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| Whisky Monkey Shoulder FOTO:Cortesía Monkey Shoulder |
Este escocés de tres maltas se diseñó pensando en su uso en alta coctelería.
El whisky escocés Monkey Shoulder tiene una historia más bien reciente. Su formulación se presentó en el 2005, en Escocia, de la mano de la casa William Grant & Sons. Fue hecho para romper uno de los mitos del whisky: que este solo se disfruta bien puro o con hielo o agua.
El Monkey Shoulder, en cambio, se hizo pensando en usarlo en coctelería, justo en una época en que la mixología florece y los bartenders están ávidos de nuevas combinaciones.
Pese a la actitud irreverente de su creación, con su nombre, este whisky quiso indicar un respeto a la tradición. Monkey shoulder era el nombre de un dolor que sufrían los primeros trabajadores de la cebada cuando, con grandes palas, tenían que removerla durante el proceso de secado. Y por eso el curioso nombre, como un homenaje a estos trabajadores.
Álex Ramírez, embajador de la marca, cuenta que este whisky pasa un tiempo en barricas donde antes se hizo bourbon americano. “De ahí sale el 70 por ciento de su sabor –explica–. El bourbon tiene un grano más dulce, esa característica pasa a esta bebida y le da tres notas principales: vainilla, la de piel de naranja y jengibre. A eso sabe el Monkey Shoulder cuando está solo”.
Sobre su versatilidad, Ramírez afirma: “En coctelería se dice que el mejor de los cocteles será como el peor de sus ingredientes. Esto es más claro en la cocina. Hace años que la gente tiene claro que la calidad de la de carne importa tanto como la receta. En coctelería es igual”. De paso sugiere probar una mezcla sencilla: Monkey Shoulder y Ginger Ale.
LILIANA MARTÍNEZ POLO
Fuente: El Tiempo
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