Un barman prepara un cóctel. Efeagro/Rubén Figueroa |
- ¿Es mejor tomar un gin-tonic como aperitivo o después de comer? ¿Quizás lo apropiado es hacerlo a media tarde? El sector de la coctelería hace bandera del concepto de “gastronomía líquida” para resolver estas cuestiones y enseñar cuál es el mejor momento para disfrutar de un determinado combinado.
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La “gastronomía líquida” es la combinación de diferentes ingredientes para elaborar un alimento líquido, como un gazpacho o una salsa, pero también una bebida, como los cócteles, explica a Efeagro el presidente de la Federación de Asociaciones de Barmans Españoles (FABE), Juan Carlos Muñoz.
“Nosotros somos como cocineros, pero mezclando líquidos“, apunta a Efeagro David García, barman de la empresa de Muñoz, Wine Cocktail Masters.
Y en función de esa combinación de ingredientes el resultado será más propicio para un momento del día u otro, algo sobre lo que en España todavía existe cierto desconocimiento pero también interés por aprender, comenta a Efeagro el director ejecutivo de la patronal de empresas de bebidas espirituosas, Bosco Torremocha.
“Más que desconocimiento creo que lo que hay es falta de dinámica, pero con la internacionalización de la gastronomía española ya vemos que en las cartas de los restaurantes se relacionan los cócteles que convienen para el aperitivo, por ejemplo, algo que en países anglosajones es santo y seña”, expresa Torremocha.
En España la bebida más consumida en el aperitivo seguramente es la cerveza, señala Muñoz, lo cual constituye un error, a su juicio, ya que si bien tiene un componente amargo, propicio para ese momento del día, se trata de una bebida con un alto componente alimenticio y con burbujas que lo que hace al final es saciar el apetito.
Como aperitivo resultan más adecuados los “tragos cortos (no más de 12 centilitros), amargos, alcohólicos (con alta graduación) y sobre todo con una cantidad de azúcar muy baja” que normalmente no sobrepasa los 1,5 o 2 centilitros y que, por lo tanto, son siempre son muy secos, explica Muñoz.
“Buscamos abrir el apetito con toques amargos, secos y que no tengan gas”, abunda García.
Entrarían en este ámbitos bebidas como un dry martini, una margarita, un vino espumoso, también blancos o tintos, pero siempre secos, comentan los expertos.
El azúcar se reserva para las bebidas que actúan como digestivos después de comer, momento en el que toman protagonismo los licores y cremas con altos contenidos en azúcar que “en muchos casos tengan la posibilidad de suplir al postre”, señala Muñoz.
Un barman prepara varios cócteles. Efeagro/Rubén Figueroa |
Y luego están los cócteles de media mañana o de media tarde, que tienen que ser “tragos largos” (entre 20 y 30 centilitros) y “mucho más refrescantes y nutritivos”, como podría ser un bloody mary por ejemplo, un gin-tonic, un gin-fizz o alguna margarita, indica el presidente de la FABE.
Estos serían, por tanto, los momentos adecuados para consumir el popular gin-tonic.
Muñoz señala que se trata de una bebida “muy versátil” en función de la cantidad de alcohol que se le ponga, pero que no es recomendable tomarla como aperitivo dado el alto contenido de azúcar de la tónica y que tampoco es apropiado consumirla como digestivo aunque en España hay costumbre de hacerlo.
En España, ocho de cada diez consumiciones de bebidas espiritosas se realiza en un horario en el que aún hay luz solar, frente a la creencia generalizada de que se trata de bebidas para la noche, según estadísticas que maneja el sector.
Cuando entra la noche, si bien en España la tendencia es mezclar un destilado, principalmente el güisqui y el ron, con algún refresco, en otros países de Europa y América lo habitual es consumir este destilado solo, sin mezclar.
Fuente: efeagro
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