Hallan en Pompeya un "molino-prisión" donde esclavos y animales molían el grano Parque Arqueológico de Pompeya EFE |
Este descubrimiento arroja luz sobre hasta qué punto se llevaban a cabo trabajos forzados en el mundo antiguo
A partir de una investigación, una serie de arqueólogos han hallado en el Parque Arqueológico de Pompeya una panadería-prisión, una combinación tan extraña como real, parece, en la época en la que esta ciudad aún no estaba sumida por las cenizas. Se trataba de un lugar donde se encerraban a esclavos con burros, para vivir hacinados y ser obligados a moler granos esenciales para hornear pan. Es decir, una cárcel donde se pasaban el día conviviendo con animales y produciendo pan, según han concluido los expertos a partir de "hendiduras que hay en el suelo para coordinar el movimiento de burros y trabajadores esclavizados", explican desde Pompeya. "Era una habitación estrecha sin vistas al mundo exterior, y con pequeñas ventanas en lo alto de la pared con rejas de hierro para dejar entrar luz", apuntan, añadiendo que allí dentro, tanto personas como animales, "eran obligados a caminar durante horas con los ojos vendados".
A través de un comunicado, Gabriel Zuchtriegel, director del lugar arqueológico de Pompeya, explica que se trata lo descubierto de "un espacio en el que tenemos que imaginar la presencia de personas de estatus servil. Es la cara más impactante de la antigua esclavitud (...) reducida a la violencia bruta". Asimismo, fundamentan que un testigo del trabajo agotador al que eran sometidos hombres, mujeres y animales en los antiguos molinos y panaderías fue Apuleyo, escritor del siglo II a.C., tal y como narra en "Metamorfosis IX 11-13. Evidentemente basado en un conocimiento directo de contextos similares, el autor relata la experiencia del protagonista, Lucio, que fue transformado en burro y vendido a un molinero".
Estos descubrimientos son fruto de un proyecto que busca asegurar y consolidar las laderas que forman el borde de las áreas no excavadas de Pompeya. Unas excavaciones que han hallado tanto la panadería como tres víctimas dentro de ellas, así como han arrojado luz sobre el funcionamiento práctico del local, aunque no estuviera en uso en el momento de la erupción volcánica.
La esclavitud en aquella época, añade Zuchriegel, "carecía tanto de relaciones de confianza como de promesas de manumisión, en la que éramos reducidos a la violencia brutal, impresión que queda enteramente confirmada por el aseguramiento de las pocas ventana con rejas de hierro". Algo que confirma Apuleyo en sus escritos, pues resume el director de Pompeya que en él se explica cómo "la piedra de molino era movida normalmente por una pareja formada por un asno y un esclavo. Este último, además de empujar la piedra de moler, tenía la tarea de incitar el animal y vigilando el proceso de molienda, añadiendo el grano y recogiendo la harina".
En definitiva, no es la primera vez que se descubren en Pompeya lugares dedicados a la esclavitud, pues a principios de este año, por ejemplo, también se halló un pequeño dormitorio utilizado por esclavos. Por tanto, este tipo de hallazgos contribuyen a esclarecer hasta qué punto se vivía de esta forma en aquella época, así como las condiciones en las que se trabajaba en el mundo antiguo.
SOFÍA CAMPOS
Fuente: La Razón
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