Torrijas de 'Madremiga' IG |
En 'Madremiga' han revolucionado el mercado con esta receta, que mantiene el sabor pero hace este dulce más ligero
La torrija es uno de los postres más tradicionales de la gastronomía española, especialmente popular durante la Semana Santa. Consiste en rebanadas de pan (preferiblemente del día anterior para que estén más duras) empapadas en leche o vino, que se pasan después por huevo batido y finalmente se fríen en aceite de oliva antes de ser espolvoreadas con azúcar y canela.
Cuando llega la Semana Santa es habitual no sólo que se elabore en las casas de todo el país sino que degustarlas en las mejores pastelerías y restaurantes es todo un ritual.
De siempre, este dulce se ha hecho friendo el bollo rebozado, pero, con el objetivo de hacerlas más ligeras, con los años se han ido elaborando técnicas como torrijas al microondas para reducir no sólo el tiempo de cocinado sino la potencia calórica que le aporta el aceite al freir.
Ahora, una de las pastelerías más prestigiosas de Madrid ha dado con la fórmula mágica para conseguir prácticamente el mismo efecto con las torrijas que al freirlas -tiernas por dentro, ligeramente rugosas por fuera- pero sin pasar por la sartén.
¿Por qué las torrijas son típicas de Semana Santa?
Pero, antes de darte la receta, un poco de historia. ¿Por qué las torrijas se consumen especialmente en Semana Santa?
La tradición de consumir torrijas durante la Semana Santa tiene raíces históricas y religiosas. Originalmente, las torrijas se asociaban con la Cuaresma, un período de cuarenta días de ayuno y abstinencia en la tradición cristiana que precede a la Pascua.
Durante este tiempo, se buscaban alimentos que fueran nutritivos y que proporcionaran energía suficiente para resistir el ayuno, y las torrijas, hechas con ingredientes básicos como el pan y la leche, se ajustaban perfectamente a esta necesidad.
Sin olvidar ni un ápice esta tradición, en Madremiga pueden presumir de tener una de las mejores recetas de Madrid y ligera y jugosa como debe ser.
El secreto de Madremiga
Para lograr una torrija deliciosa, desde esta popular pastelería siempre recomiendan utilizar, como hacen ellos, un pan brioche de mantequilla de alta calidad, cortado en rebanadas gruesas de aproximadamente 2-3 cm. Estas rebanadas deben haberse dejado secar durante al menos un día para que adquieran la textura adecuada.
Además, preparan una leche entera fresca infusionada con una mezcla clásica de canela, corteza de limón y azúcar, lo que añade un sabor aromático al remojar el pan. Un aspecto fundamental es dejar que el pan se empape en la leche durante varias horas, preferiblemente de un día para otro, para que absorba completamente el líquido y se vuelva suave y jugoso por dentro.
Y este es el truco de la casa que convierte a las torrijas de este establecimiento en unas de las más especiales: las torrijas se cocinan en un horno precalentado a 220 ºC, colocándolas sobre una bandeja previamente espolvoreada con azúcar glasé. Este azúcar se carameliza rápidamente debido al calor, lo que proporciona a las torrijas una textura firme y dorada en su exterior.
Después, para lograr un toque crujiente adicional, una opción sencilla es espolvorearlas con azúcar y luego dorarlas con un quemador. Ya tenemos así, listo para comer, el postre más tradicional de la Semana Santa y uno de los más deseados por los españoles y quienes nos visitan.
MARÍA CARBAJO
Fuente: abc
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