#VINOS #ARGENTINA 🍷 🇦🇷 | ¿Probaste alguno? El ranking de los mejores 5 vinos argentinos

Ranking: los mejores cinco vinos argentinos.

Según la última lista Top 100 World Wines, estos cinco vinos argentinos se destacan del resto y merecen ser probados. Descubrí cuáles son y conocé los detalles.

Cinco vinos argentinos salieron destacados en la última edición del Top 100 World Wines, un ranking anual que evalúa esta bebida en todo el mundo. Uno de ellos resalta en el podio: el Enemigo Wines, ubicándose en el segundo puesto con 100 puntos.

Los mejores cinco vinos argentinos

Los cinco vinos argentinos que fueron mencionados en el ranking mundial.

El ranking de los mejores vinos argentinos incluye:

1. El Enemigo Wines, ocupando el segundo lugar de entre los 100.
2. Chacra Pinot Noir Patagonia Treinta y Dos 2022, situado en el puesto 22, con 99 puntos. Proveniente de Río Negro, captura la esencia de la Patagonia.
3. Bemberg Estate Wines Gualtallary Valle De Uco Pionero 2019, ubicado en el número 65, también con 99 puntos. Fusiona elegancia y carácter.
4. Catena Zapata Chardonnay Mendoza Adrianna Vineyard White Bones 2021, en el puesto 75, con 98 puntos y una elegancia que lo caracteriza.
5. Matias Riccitelli Malbec Cabernet Franc Mendoza Riccitelli & Father 2020, también con 98 puntos, pero en el puesto 81. Se destaca por combinar la potencia del Malbec con la sofisticación del Cabernet Franc.

El Enemigo Wines, el segundo mejor del mundo

El Enemigo Wines fue elegido como el segundo mejor.

El Enemigo Wines salió elegido como el segundo mejor vino del mundo en el ranking Top 100 World Wines. Su evaluación fue realizada por el experto Zekun Shuai, quien decidió darle una calificación perfecta de 100 puntos.

Su nacimiento, a manos de Alejandro Vigil y Adrianna Catena, surgió con la creación de la bodega Aleanna. El objetivo era rescatar algunas de las olvidadas técnicas tradicionales de la vitivinicultura argentina. Según Alejandro Vigil, lo que se busca es obtener un vino con la mínima intervención posible, en el que la mano del enólogo no deje huella.

Fuente: Ámbito