“Cocinero, cuando tu poder personal se imponga, no dejes que se apague tu dulzura “
Mucho se comenta sobre el oficio de cocinero, sobre el mal carácter de muchos de ellos, la rigurosidad, la disciplina, la constancia, el coraje que hay que tener para pasar horas y horas de pie frente a unos fogones, para complacer a los comensales, para dirigir una brigada.
Si hay un don que en mi humilde punto de vista debe caracterizar a los cocineros es LA FUERZA.
El arcano Número ocho de Tarot de Rider Waite, representa la FUERZA. En este tarot la imagen de la fuerza es una doncella vestida de blanco, símbolo de la pureza, que somete a un león tomándolo de las fauces dulcemente pero con firmeza, mientras dibuja una leve sonrisa en su rostro, lo cual señala que no utiliza la fuerza física sino la fuerza del amor y la compasión.
Llevemos esto a la vida de un cocinero: la fuerza es una doncella, es decir es un don femenino, y como tal es reflejo de belleza, detalle, maternidad, tal cual como debe ser el acto de cocinar: bello, detallista, intuitivo con el objetivo de alimentar. Vestida de blanco: la filipina clásica de cocinero es blanca, símbolo de pulcritud, no solo en la apariencia física, se trata de la pulcritud y pureza misma que conlleva el acto sagrado de cocinar. Una sonrisa en el rostro: la alegría interna que debe mantener el cocinero aún en los momentos más decepcionantes, aún en los momentos estresantes y agotadores, esa alegría que nace de estar realizando su oficio con amor. El amor y la compasión no solo por su trabajo, el amor y la compasión hacia sus compañeros de trabajo, sus comensales, cada quien cumple sus papel en ese micro universo de la cocina y el comedor.
La FUERZA también representa el uso correcto del poder personal para superar los obstáculos, un increíble valor para enfrentarse a la oposición y a cualquier barrera que se le presente. Un cocinero bien entrenado sabe y requete sabe que casi a diario debe afrontar asuntos de diversa índole: que si no hay gas en la ciudad, que si fallaron los ingredientes, que si un empleado se molesta y se va, que si alguien por equivocación desechó una salsa que estaba a medio camino, que si un cliente quiere que le calienten el gazpacho o ponerle mayonesa Kraft a la Velouté. La manera en que se afronten estas circunstancias es vital para el buen funcionamiento de una cocina, la verdadera fortaleza está en la inteligencia, en la sabiduría, en la conexión con lo superior. Esta conexión con lo superior lo podemos ver en la carta, representada por el símbolo del infinito que flota sobre la cabeza de la doncella, cuando un cocinero pierde esta conexión, su cocina se convierte en un caos.
La fuerza es sutil y amorosa, domestica al león con manos suaves. Este gesto revela que ella domina también su propia naturaleza animal. La fuerza invita a los cocineros a actuar con fortaleza interna, perseverancia, coraje, resolución y constancia, determinación, carácter templado y auto control, pero sin olvidar la suavidad y la dulzura y les advierte que es fácil enojarse ante sucesos hostiles, pero es necesario manejarse con calma, no perder el control, no desesperarse ni abandonar. La verdadera fortaleza está en superar las adversidades sutilmente.
Cuando un cocinero canaliza mal la energía de la FUERZA, tiene tendencia a los extremos: a tomar actitudes excesivamente controladoras, dominadoras y de sobre protección o en otros casos a ser débiles, apáticos o sumisos, ambos extremos finalmente, conducen a la pérdida de control. Para cocinar y / o dirigir la cocina se puede ser sutil, diplomático, persuasivo, sin perder la energía, se logra más con suavidad y prudencia que con autoritarismo. La clave está en ver claro al interior y moderar los impulsos más primarios, las motivaciones más oscuras y las limitaciones, así se administran bien las energías representadas por el león y se toman decisiones sabias, sin que la parte oscura y poderosa de l a mente haga expresar reacciones sin medida.
Según Alejandro Jodorowsky, en su libro “ La vía del Tarot “, LA FUERZA trabaja de la cintura para abajo, permitiendo que las enseñanzas de las profundidades comuniquen con las instancias espirituales de su ser. La fuerza está dispuesta a emprender el vuelo hacia el cosmos, pero manteniendo un sólido apoyo en la tierra. Así son los buenos cocineros también, plenos de creatividad imaginativa, pero sin olvidar las parte práctica del oficio.
La fuerza también representa el despertar dela kundalini, el ascenso de la energía sexual para que se canalice hacia donde tiene que ir, un ejemplo de energía sexual canalizada, es llevar esa energía al acto creador culinario, trascenderla, traspasárselo a los alimentos, la creatividad que la kundalini despierta, canalizarla en el acto de cocinar y servir un alimento.
La fuerza es consciente de los pies a la cabeza, al decir de Jodorowsky es la potencia misma de la Consciencia, en el aspecto de punto de unión entre lo alto y lo bajo, entre la energía espiritual y la instintiva, no se sitúa en el tiempo ni en el espacio, sino que se sitúa en el presente como expresión de energía pura. Para quienes ya son cocineros…saben lo que significa sentir eso, vivir el momento presente ante un sartén, ante un ingrediente, ante un olor, energía pura donde el tiempo y el espacio se pierden.
Toda la energía de la fuerza de concentra en su relación con el animal, la mente se encarna en la animalidad, que a su vez se vuelve disponible a la comunicación con la mente.
La fuerza trabaja a manos desnudas a brazos partidos, con las manifestaciones del inconsciente y de su propia sexualidad. En nuestra relación con las fuerza, tocamos cuestiones esenciales de nosotros mismo que no pueden descuidarse: la naturaleza intelectual escucha la voz del animal y el animal escucha la influencia de lo mental, en una naturaleza perfectamente equilibrada: así es el acto creativo culinario un ascenso y descenso entre la idea y la razón y entre la parte animal salvaje, que sale de las entrañas, perfectamente equilibrado.
La fuerza es creatividad, instinto, necesidad de una instancia del ser de expresarse sexualmente. Pero en este caso la sexualidad es transformadora, es generadora de creación.
Y ahora voy a transcribir textualmente dos párrafos del libro de Jodorowsky, cada cocinero que haga su interpretación y su adaptación al oficio:
Y SI LA FUERZA HABLARA……
“Os esperaba. Soy el inicio del nuevo ciclo y, después de todo lo que habéis llevado a cabo, no podríais vivir si no me conocierais. Os enseñaré a vencer el miedo, conmigo estaréis dispuestos a verlo todo, a oírlo todo, a probarlo todo, a tocarlo todo. Los sentidos no tiene límites, pero la moral está hecha de miedos. Los haré ver la inmensa ciénaga de vuestras pulsiones, las sublimes y las tenebrosas. Soy la fuerza oscura que asciende en vosotros hacia la luz.
Del centro de las profundidades de los subterráneos de mi ser, brota la energía creadora. Echo raíces en el cieno, en lo más denso, más terrorífico, más insensato. Como un horno ardiente, mi sexo exhala deseos que, a primera vista parecen de naturaleza bestial, pero que no son sino un canto oculto en la materia desde el origen del universo.
M intelecto, luz procedente de las estrellas, fría como el infinito, actúa como el calor eterno del magma para producir el rugido creador. Cielo y tierra se unen en ese grito, despertando al mundo. Puedo hacer que una humilde piedra se convierta en una sublime obra de arte. Puedo hacer que los árboles raquíticos crezcan frutos jugosos. Puedo transformar la línea del horizonte en un tajo púrpura, vivo como un largo infinito rubí. Cada una de las huellas que mis pies potentes dejan en el barro se convierte en colmena que derrame miel.
Dejo que circule en mi cuerpo de abajo arriba, como las olas de un océano proceloso, el impulso sublime y feroz que el mundo necesita. Llamadlo como os parezca, potencia sexual, energía de la materia, dragón, kundalini….Es un caos inconmensurable que cobre forma en mi interior. En mi vientre se unen un diablo y un ángel, formando un torbellino Como árbol, estiro mis ramas hacia el cielo reformando al mismo tiempo mis raíces en la tierra. Soy una escalera por la cual la energía sube y baja simultáneamente. Nada me asusta. Soy el comienzo de la creación”
Gracias maestro Jodorowsky.
Escrito Por María Valentina Inglessis un día en que la carta de La Fuerza, por cierto su carta que le corresponde por su fecha de nacimiento, le recordó que tenía que seguir son su proyecto de tarot y gastronomía, poniendo toda su energía vital en el, y poniendo en otro lugar esa kundalini que quiere ascender.
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