El Gourmet Urbano: Fresas demasiado maduras: consejos para aprovechar su consumo

domingo, 1 de julio de 2018

Fresas demasiado maduras: consejos para aprovechar su consumo

Las fresas son de las frutas más delicadas que existen. Se deterioran con rapidez y sufren más que ninguna otra fruta la exposición al calor, a la humedad y al transporte. Por eso es importante tener claras las pautas para manipularlas y preservar su óptima conservación durante más tiempo. Y si no hemos logrado detener su avanzado ritmo de maduración, desde Fresas de Europa te damos algunas ideas de cómo aprovechar las fresas que estén demasiado maduras.


Consejos antes de comprar fresas:


- Que no muestren una tonalidad pálida o con grandes áreas de color verde, lo que nos indicará que no están en su punto óptimo de maduración.
- Que no presenten golpes ni haya piezas estropeadas, que no derramen jugos o presenten hongos.

Consejos para conservarlas en casa:


- Si se nos ha colado alguna fresa en mal estado, es importante retirarla para no acelerar el ritmo de deterioro del resto de piezas.
- No retirar el pedúnculo (las hojas verdes) hasta el momento de consumo.
- No lavarlas hasta que no vayamos a comerlas.
- Deben guardarse dentro del envase de compra o en un bol tapado con papel film ligeramente agujereado para que éstas respiren.
- Colocarlas en la balda más elevada de la nevera.
- En el momento de consumirlas, recomendamos sacarlas una hora antes para poder apreciar todo su sabor.
- Debes tener en cuenta que las fresas es una fruta efímera.

Ideas para aprovechar las fresas que estén demasiado maduras


Confituras y mermeladas: ésta es una salida muy digna para prolongar la vida de aquellas piezas que están algo más deterioradas o cuando disponemos de muchas unidades que no vamos a tener tiempo de consumir. Para preparar una confitura con fresas añade unas gotitas de limón o de vinagre (para 2 kilos de fresas añade una cucharadita de café de limón o de vinagre para que actúe como espesante, ya que las fresas contienen poca pectina) y ponlo a hervir junto a las fresas y el azúcar. Estos ingredientes le restarán un poco de sabor dulzón y, además, ayuda a su conservación.

Zumos, batidos, licuados, smoothies o granizados. Da igual la modalidad que elijas, lo que debes tener en cuenta con cualquiera de estas elaboraciones, la fruta se aprovecha al completo y, como se tritura, no notarás su deterioro. Combínalas con leche, hielo, agua, yogures y frutas y bébete la fresa.

Gazpacho de fresas: si te gusta el gazpacho con tomates, prueba esta original receta. Al batirse, se elimina todo rastro de imperfecciones. Para preparar un gazpacho de fresas necesitarás 500 gr de tomates maduros, 500 gr de fresas, ½ pepino, ½ pimiento verde, ½ diente de ajo (opcional), 50 gr de pan duro, 50 ml de aceite de oliva virgen extra, 20 ml de vinagre de manzana, sal y agua al gusto.

Para su elaboración, pela los tomates, el ajo y el pepino y pícalos en pequeños trozos. En un bol, humedece el pan con un poco de agua, el vinagre y la sal. Mezcla el resto de los ingredientes en la batidora y cuando estén bien triturados añade los ingredientes que habíamos reservado junto al aceite. Para que no queden restos de semillas, utiliza un colador o un chino. Sírvelo bien frío.

Para postres que vayan al horno. Existen multitud de postres en los que se utiliza la fresa horneada: muffins, tartas, bizcochos… Con el calor, la fresa se irá calentando y no percibirás si está demasiado madura, por lo que es una excelente alternativa para aprovecharlas.

Fuente: A Fuego Lento

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