Ya hemos hablado ampliamente de las masas quebradas en pastelería, de diferentes tipos de ellas y de variados ejemplos para su aplicación. Continuando con los diferentes tipos de masas, en esta ocasión vamos a revisar las masas batidas con una receta que iniciaría nuestra temporada navideña: el Cake Inglés.
Revisemos un poco la teoría. Las masas batidas se dividen en dos grandes grupos: con materia grasa, llamadas también “pesadas”, y sin materia grasa conocidas como “livianas”. Las masas “livianas” son el resultado de batir huevos (enteros o separando las claras y las yemas) con azúcar. Su principal característica es la “esponjosidad” producto de la incorporación de aire durante el batido enérgico y prolongado, transformando los huevos con el azúcar en una espuma que luego recibirá, de forma sutil y como siendo acariciada, los secos. Las masas “pesadas” también requieren de la incorporación de aire, pero su estructura resulta más compacta por la presencia de materia grasa. El batido no requiere ser prolongado. En este grupo se encuentra el Cake Inglés.
Los secretos que tenemos que recordar al hacer una masa pesada encontramos que debemos comenzar con un batido de la mantequilla a temperatura ambiente con el azúcar para lograr un cremado con la desaparición de los granos de azúcar. En este punto es donde se concentra el éxito de esta preparación, ya que al batir bien la mantequilla con el azúcar, la primera se airea doblando su volumen y volviéndose más suave. Esto dará como resultado un ponqué de miga suave y firme que soportará las frutas que la imaginación nos permita agregarle. El orden siguiente sería agregar los ingredientes líquidos y de último los ingredientes secos. Es importante que tengamos en cuenta que los huevos deben ser incorporados uno a uno para evitar la apariencia de “cortado” de la mezcla.
Entrando en materia con la receta de hoy, les comento que el Cake Inglés forma parte de una tradición arraigada en Inglaterra que se acentúa más en la época de Navidad. Quizás el Cake Inglés sea uno de los orígenes de nuestra Torta Negra de Navidad, ya que el primero es un exquisito ponqué horneado al que se le pueden agregar frutas, pasas y nueces. Para la elaboración del Cake Inglés necesitamos los siguientes ingredientes:
250gr. de mantequilla blanda
250gr. de azúcar pulverizada
5 huevos
325gr. de harina
8gr. de polvo de hornear
250gr. de frutas confitadas y pasitas maceradas en ron
Lo primero que debemos preparar es el molde de ponqué rectangular (o varios moldes pequeños), debemos engrasarlo con mantequilla y forrarlo con papel encerado de manera que sobresalga del molde para que sirva de soporte al momento en que la mezcla crezca.
Batimos la mantequilla con la azúcar pulverizada a velocidad media durante unos 10 minutos, hasta lograr un cremado brillante.
Luego agregamos los huevos -uno por uno- hasta conseguir que se forme una crema.
Retiramos el bol de la batidora y cernimos la harina junto con el polvo de hornear sin mezclar, dejando que caiga la harina arriba de la mezcla de la mantequilla.
Colamos las frutas maceradas y conservamos el líquido aparte. Agregamos las frutas sobre la harina que tenemos cernida sobre la mezcla de mantequilla y con una cuchara de madera mezclamos las frutas con la harina. Añadimos la vainilla y mezclamos todos los ingredientes en forma envolvente.
Llenamos los moldes a tres cuartos de su capacidad y horneamos en el horno precalentado a 350ºF (180ºC) por 40 minutos.
Dejamos reposar por 10 minutos y desmoldamos para bañarlo con el líquido de la maceración que tenemos reservado.
Se puede “abrillantar” con mermelada de durazno y decorar con almendras fileteadas y cerezas marrasquino. También podemos decorarlo con cobertura de chocolate blanco.
Este Cake Inglés podemos hacerlo en capacillos individuales y se convertirán en un dulce e inolvidable recuerdo para compartir con nuestras amistades en estas festividades.
¡Feliz horneado!
1 comentario :
Con este blog hasta provocar aprender a cocinar! Felicidades a todo el equipo, muchos exitos!
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