jueves, 9 de diciembre de 2010
Coger la copa, lección en dos pasos: @GENTEjuanfelipe @elproximojuego
Colprensa | Algo falló en el protocolo de la visita del Presidente de Chile, Sebastián Piñera. Ni su copa ni la del Presidente Juan Manuel Santos cumplían con las exigencias mínimas de formas, tamaños y diseños. Ellos, con su manera de cogerlas, tampoco le ayudaron mucho al vino
DÍGAME DE DÓNDE coge la copa y le diré a qué le sabrá y a qué le olerá su vino. Así de importante es el uso de bases, tallos y cálices. En su próximo descorche revise su postura, que nada tiene que ver con clase y elegancia y sí con la apreciación de calidad.
Juan Felipe Quintero A. | Medellín | Publicado el 4 de diciembre de 2010
Apretada, a cinco dedos y a mano abierta y justo del cáliz, como si se las fueran a robar: así llevaban su copa 7 de 10 participantes de la última feria de vinos a la que asistí.
El primero de los sujetos de la investigación, en la que no hubo ni muestra ni margen de error, nada de ciencia, pero sí mucha observación, era una mujer que bebía un blanco. Pensé que si bien su vino moría en la copa, su estilo de llevarlo, contra las reglas, era la excepción.
Sin embargo, siguieron pasando amigos del vino por mi filtro observador, con tintos, rosados, espumantes, y una gran mayoría parecía ser miembro del club 'esta copa no me la arrebata nadie'.
Un par de días después vi a Santos y a Piñera, durante el almuerzo de condecoración con el Gran collar de la Orden de Boyacá para el presidente chileno y la cuenta de copas mal cogidas siguió aumentando, con un agravante: eran recipientes pequeños y gruesos y tenían protuberancias. Todo allí iba contra las reglas.
No es refinación
Coger la copa de una manera o de otra no nos da más o menos caché, no es un límite de refinación.
Continuar leyendo
Fuente: elcolombiano.com
Suscribirse a:
Comentarios de la entrada
(
Atom
)
No hay comentarios. :
Publicar un comentario