Vivir en una ciudad tan convulsionada como la nuestra nos ha obligado a sacrificar ciertos placeres a la hora de comer. Uno de ellos es poder regresar a casa y compartir una deliciosa comida recién hecha, en familia, con nuestras parejas e hijos. Por esa razón dedicamos buena parte del fin de semana para preparar los almuerzos y cenas de toda la semana. Con esto en mente, ¿cuántos de ustedes no se han puesto a pensar si esta práctica podrían atentar contra la salud de nuestros seres queridos?
La manipulación de estos alimentos que serán consumidos posteriormente no debe dejarse al azar; por el contrario, deben tomarse algunas precauciones para mantener el sabor gourmet intacto y prevenir enfermedades. A continuación, unos sencillos consejos para almacenar y servir estas comidas recalentadas:
- No espere a que se enfríe la olla: Este suele ser uno de los errores más comunes y, lamentablemente, de los más graves. Este “cálido” ambiente es propicio para permitir que los microorganismos se desarrollen rápidamente. Una vez terminada la cocción, prepare los recipientes de almacenamiento, sírvalos y guárdelos en la nevera. Entiendo que hay un considerable ahorro de energía al dejar que los recipientes se enfríen sobre el mesón, pero este tiempo no debe prolongarse por más de 2 horas, a partir de ese momento puede ser un riesgo para su salud.
- Almacene en recipientes pequeños: Evite, en la medida de sus posibilidades, almacenar en la misma olla de preparación pues, aún cuando por fuera esté fría, el centro suele enfriarse muy lentamente y aún en la nevera puede mantener esa temperatura propicia para el crecimiento de la bacterias. Utilice recipientes de una ración, preferiblemente poco profundos, así se enfriarán más rápido y al momento de recalentar en el microondas será más eficiente. La temperatura ideal de almacenamiento es 5°C, así que los invito a chequear sus neveras y hacer los ajustes, si es necesario.
- Recaliente correctamente: Seguramente el microondas sea el instrumento más común para esta tarea. En este caso es importante tener en cuenta que algunos alimentos se pueden calentar más rápido que otros. Para el éxito de este proceso les sugiero dos cosas: la primera es mezclar los alimentos a la mitad del ciclo de calentamiento; la segunda es espere unos segundos antes de retirar el recipiente del microondas para que los alimentos que no se calentaron bien puedan absorber calor de aquellos que si lo hicieron, garantizando una temperatura más uniforme en todo el plato.
- Mantenga separados los alimentos: Si en la lonchera estima llevar arroz, carne y vegetales, trate de llevarlos en recipientes separados, hacemos más eficiente el proceso de recalentar y evitamos “contaminación cruzada” que, como su nombre lo indica, es la transferencia de bacterias de un alimento a otro.
- Coloque una tapa durante el calentamiento: Ya que permite mantener encerrado el calor húmedo que se genera cerca del alimento. Este “calor húmedo” es muy efectivo para matar algunos microorganismos que pudieran causar enfermedades.
- Trozos pequeños o grandes: Lo recomendable es que si el alimento está presentado en trozos pequeños, recaliente a alta potencia y por algunos segundos para evitar que reseque en exceso la comida. Si por el contrario son trozos grandes, lo ideal es utilizar potencia media y extender algunos minutos el proceso.
- Utilice recipientes aptos para recalentar en microondas: Actualmente existe una amplia gama de estos en el mercado, evite reutilizar los recipientes de otros alimentos envasados para este fin ya que el material con el que están elaborados no está diseñado para soportar altas temperaturas, y en algunos casos suelen desprender algunos de sus componentes al alimento y contaminarlo.
Espero que estos consejos sean de gran utilidad para ustedes amigos gourmets.
Hasta la próxima.
Mariángel Paolini
1 comentario :
¡Amiga 20 puntos! este post me encantó además de los educativo Gracias.
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