El Gourmet Urbano: Daniel Delgado (@warmth): Conservación de alimentos y bebidas.

viernes, 8 de julio de 2011

Daniel Delgado (@warmth): Conservación de alimentos y bebidas.

 

Daniel delgadoDos semanas atrás les hablé sobre la temperatura de servicio de los alimentos y bebidas; además, les comenté que pronto les contaría sobre mis puntos de vista de la conservación de los alimentos y aquí me hallo en un debate diario de la caducidad de los alimentos.

 

Voy a empezar rompiendo un gran mito: los alimentos no se dañan el día que marcan como fecha de expiración, lo alimentos siempre se están dañando. La vida de cualquier producto comienza a mermar en cuanto ese producto toca el aire y las condiciones están dadas para que comience a oxidarse, y por ende, a madurarse. Una fecha que los productores les colocan a sus mercancías para, dentro de cierto rango, asegurar que la calidad de su producto no se pierda a como ellos lo ofrecen al colocarlo en el mercado. Pero ellos no tienen ni la menor idea de dónde nosotros guardaremos los mismos, a qué temperatura, si les dará directamente la luz del sol, si estarán en contacto con el aire, entre otros muchos factores que ellos se encuentra imposibilitados de controlar y medir. Es por eso que muchos envasan sus productos al vacío y usan latas, potes de plástico y otros envases donde sí pueden regular un poco como será esa evolución de su producto, aislándolo del aire, de la luz y así sucesivamente. Esto significa que la fecha estimada que se coloca dictamina cuando ellos consideran que su producto dejará de estar apto para el consumo, en las peores condiciones y sin ser abierto. Una vez destapado, esa fecha pierde total significado. Muchos en la etiqueta suelen decir cuántos días durará el mismo luego de abierto, pero otra vez se cae en una aproximación un poco absurda.

 

De lo que sí estamos seguros por experiencia es que mientras más frío, más quieto, más a oscuras y en menor contacto con el aire esté un producto, más lenta será su evolución. Esto sucede con casi todos los alimentos que uno consume a diario. Obviamente, existen sus límites y sus excepciones; por ejemplo: no es para nada una buena idea meter un cambur/banana en la nevera puesto que se pondrá negro casi de inmediato, lo cual no indica que está dañado, pero sí se perderá su aspecto visual que tanto nos hace decidir si consumirlo o no.

Un alimento o una bebida que ha gozado de una buena guarda mejora notablemente su tiempo de vida, y lo que probablemente signifique el pasar de la fecha de caducidad será que ciertas características del mismo comenzarán a verse menguadas. Puede que modifique un poco su color, su aroma, su sabor, pero jamás nos hará daño. Si se quiere probar dicho alimento o bebida en todo su esplendor, mi mejor consejo es adquirir uno nuevo y usar ese para otro propósito, por ejemplo para mezclar y cocinar. Esto no significa que sea correcto cocinar, por ejemplo, con un vino que se ha ajerezado porque precisamente actuará como un jerez y no como un vino. Repito: hay límites.

 

Considero entonces que es importante destacar que los ambientes donde guardamos nuestros alimentos y bebidas deben ser sagrados, con un nivel de temperatura aproximadamente constante, sin vibraciones, sin contacto directo con la luz del sol y, en lo posible, aislado de movimientos de aire que acrecienten su oxigenación. Además de esto, no negarle el espacio en la nevera a todo producto que mejore su tiempo de vida con refrigeración, sobre todo cuando se ha abierto.

 

De ser posible consumir el producto entero al destaparlo, pero si vive solo como yo, ese no será el caso la mayoría de las veces. Toca contar con buenos envases herméticos, bolsas con cierre/zipper, clips de cerrado de diferentes tamaños, una selladora de empaques al vacío y extractores de aire para botellas de gaseosas y de vino, entre muchas otras mercancías que se venden para alargar la vida de los alimentos y bebidas, les serán muy útiles en su conservación.

 

En mi caso, éstos me han ahorrado un montón de dinero y me han hecho disfrutar de mis bienes durante mayor tiempo. Soy de las personas que les gustan los cereales siempre crujientes, la carne siempre jugosa y el vino como recién destapado. Los invito entonces a mejorar sus sistemas de guardado de productos en casa para disfrutar más de lo que adquieren y me gustaría mucho saber sus experiencias en el caso.

 

Hasta la próxima.

 

Daniel Delgado

 

 

 

 

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