Il Vino d’Enrico Bernardo
De las primeras cosas que hicimos al llegar a París, fue reservar para ir a cenar a Il Vino d’Enrico Bernardo. El nombre del restaurante no es casualidad. Para decirlo brevemente, todo gira en torno al vino. En la carta no se escogen platos, se escogen vinos. El plato que acompañará al vino queda a criterio del chef. El comensal se entera de lo que comerá cuando le sirven el plato. Claro, la oferta es que el plato está pensado para lograr una excelente armonía con el vino elegido.
Siendo un lugar donde el vino es el protagonista, no es sorpresa que el personal de sala esté conformado por un grupo de sommeliers jóvenes que dan abundante información sobre los vinos y los platos. Como cabe esperar, el servicio del vino es impecable, a la temperatura correcta y en copas de gran calidad. Todo esto en un ambiente agradable, con sobria y discreta elegancia.
Pero ¿quién es Enrico Bernardo? Es uno de esos personajes que viven por y para el vino. Se hizo con el título de Mejor Sommelier del Mundo (2004) con tan solo 27 años de edad. El concepto y el nombre de su restaurante, que cuenta con el aval de una estrella Michelin, hablan claramente de su pasión por el vino.
La experiencia
No hay forma de sustituir la experiencia de visitar el sitio y disfrutarlo, pero haré una descripción somera de nuestra velada para que se hagan una idea. A modo de aperitivo, iniciamos con champagne Moët & Chandon Grand Vintage 2002 Rosé. Un comienzo magnífico, vibrante y lleno de carácter.Para cenar, escogimos la opción de degustación Sur les Routes de France (Por los Caminos de Francia), con cuatro vinos franceses para dos entradas, plato y postre. El primer vino, del Loira, fue Le Chêne Sancerre AOC 2009 de Lucien Crochet, un delicioso Sauvignon Blanc para acompañar una entrada de sardina y anchoa. Le siguió un vino de Languedoc-Rousillon, Figure Libre Maccabeo 2007 Vin de Pays d’Oc de Domaine Gayda, que acompañó un salmonete con crema de zucchini, terrine de aceitunas verdes y espuma de limón y jengibre. Este segundo vino fue de los más celebrados de la noche por su complejidad, elegancia y excelente evolución. Sin duda, un magnífico ejemplo de que no sólo los vinos AOC son dignos de mención. El plato principal fue entrecot en reducción de vino tinto con láminas de berenjena asada envolviendo queso de cabra con nueces. Este plato fue el maridaje para un tinto de Burdeos, Haut-Médoc AOC 2006 Chateau Charmail, un vino con gran estructura en un maridaje clásico que siempre satisface. Este viaje enológico por Francia terminó con un vino de Córcega, Vin de Liqueur Rappu de Domaine Gentile. Este vino, con sus notas de frutas secas, acompañó una torta de chocolate oscuro y sorbete de frutas rojas. Tengo que decir que nunca antes había probado un vino de Córcega.
Para un amante del vino la experiencia es muy gratificante. Absolutamente todos los maridajes fueron exquisitamente logrados, con platos de excelente factura. No en balde, una estrella Michelin respalda la cocina de este restaurante.
¿El precio? No es barato… Pero, si usted es amante del vino, quiere pasar un rato muy agradable, enriquecer su acervo y está de paso por París, entonces tiene que visitar este lugar. Además, y sin ánimos de filosofar, conviene recordar que incluso la moderación debería no ser practicada en exceso.
Hasta la próxima. ¡Salud!
José Sidonio Rodríguez
Algunas fotos testimoniales de la velada:
El comienzo |
La carta de degustación |
Primer vino |
Segundo vino |
Plato principal |
Tercer vino |
El vino de cierre |
Ubicación de Il Vino:
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