Para ellos preparé una rica cena, que ni es tortilla ni es omelette, pero aquí en casa le decimos tortilla.
Sofreí un poquito de cebolla en mantequilla y luego le agregué daditos de pavo. Aparte ya tenía unos huevos batidos con daditos de queso, a lo que le agregué el sofrito y un punto de sal. Batí un poquito más y lo vertí en el sartén. Lo cociné tapado hasta que estuvo bien cocido por los bordes, y bastante menos líquido en el centro, le di la vuelta y lo seguí cocinando un ratico más, siempre a fuego bajo y tapado para permitir que se cocine en el centro.
Cuando estuvo lista la corté en forma de carritos, en honor a nuestro invitado.
Esta receta es también deliciosa si le agregas vegetales picaditos o rallados, pero como no sabía qué tal le va a “El Gran Schumacher” con los vegetales, preferí prepararla así para no dejarlo en evidencia delante de Rapunzel.
Nosotros acompañamos esta tortilla con arepitas horneadas, pero puedes escoger colocarle papa y ya tienes el carbohidrato, o puedes servirla también con una rica canilla en rueditas.
Quiero aprovechar que inicia la semana para agradecerles muchísimo sus comentarios, me encanta saber que estos escritos les resultan útiles en la difícil tarea de alimentar saludablemente a los pequeños de la casa, porque cada día me convenzo más que unos buenos hábitos de alimentación se logran en la infancia, luego es muy difícil.
¡Un gran abrazo!
Nadyra Muhammad Mirabal
Psicopedagoga y la mamá de Natalia…¡qué digo, de Rapunzel!
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