Serie documentos gerenciales para lograr el éxito empresarial.
Definitivamente en la vida encontraremos momentos que duran muy poco y deseamos que no terminen, o no?, o seguramente aquellos que duran una eternidad y deseamos que su fin llegue pronto, probablemente nos hemos encontrados con este tipo de situaciones más de una vez, y hemos tenido que sortearlas al son que mejor nos convenga. Lo efímero puede durar un día o incluso menos, y el sabor que nos queda nos hace desear que se repita y que dure mucho más, claro está, si dejó en nosotros algo positivo, de lo contrario lo efímero será escueto. Recientemente por cuatro días celebramos en el restaurante, un festival gastronómico con acento zuliano y con la rúbrica de la Chef Ivette Franchi frente a los fogones de De Casta Life&Food, dándonos a la tarea de satisfacer a propios y ajenos a la culinaria del Estado Zulia y experimentando la itinerancia de la gastronomía regional, como una práctica de satisfacer los paladares de la Capital.
Este concepto de permitir a otros cocineros apropiarse en buena lid de las cocinas de un restaurante establecido, está siendo una práctica cada vez más habitual en estos momentos de crisis, donde tener espacios propios se convierten en muchos casos, inalcanzables para aquellos que se inician en la dura tarea de conquistar mercados que son “propiedad” de algunos entendidos en temas de restaurantes o de jóvenes talentos sin la capacidad de abrirse solos en la aventura de montar cocina propia, sin la ayuda de un inversionista, que viendo las posibilidades de emprender un negocio, dará el todo por el todo en una plaza cada vez más competitiva.
Si pensamos que la itinerancia de tener por cuatro días o al menos uno la visita de un chef conocido a un restaurante o algún sitio dispuesto para expresar el arte de cocinar, es meramente de nuestra autoría, estamos equivocados. En Caracas existen al menos dos organizaciones que hacen de lo efímero un arte, convirtiendo espacios en verdaderas propuestas gastronómicas que nos dejan el sabor del corto tiempo, pero el deseo de la satisfacción prolongada, es el caso de Gastropop (@GasTROPop) y Sazontour (@sazontour), los cuales le han permitido a ciertos cocineros expresar su autoría culinaria, en restaurantes, cafeterías, hasta en casas privadas.
En Nueva York estos restaurantes itinerantes se les conocen como “pop-up”, o “emergentes”, o “que brotan”, son una especie de tendencia gastronómica en ascendencia que funcionan por un corto tiempo, incluso por un solo día y que cada vez llenan de opciones a los amantes del buen comer y del buen vivir. Es un efecto globalizado que está presente en países como Dubai, Singapur, u otros tan impensables como la India o la China. Generalmente su forma natural de hacerse conocer, dónde se establecerán y quien dirigirá el ágape, está a cargo de las redes sociales, haciendo del Facebook y del Twitter sus mejores aliados. Montar un restaurante tiene toda la dificultad propia de un negocio nuevo, patente, permisos, mobiliarios, personal, riesgo financiero, etc., por lo que generalmente existe una alianza de algún restaurante constituido en pleno funcionamiento, lo cual permite precisamente que lo efímero vaya de la mano con lo itinerante.
En fin, estas propuestas son bienvenidas en los restaurantes, por lo menos en el nuestro, ya que aportan un valor agregado en cuanto, a nuevos sabores, texturas, colores y olores a nuestros comensales y cuyos platos no son los habituales. El personal de la cocina se enriquece con nuevas técnicas culinarias, sazones, terminologías y formas de presentación, dándole un aporte en su desarrollo profesional. Si lo efímero nos deja un dulce sabor, procuremos que perdure en el tiempo, o les aconsejo no dejar de chequear el Facebook o el Twitter todo el tiempo hasta que descubramos donde estará la misteriosa itinerancia de un restaurante pop-up, en nuestra ciudad.
¡Buen provecho!
Humberto Silva
Maestro Panadero
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