Hemos pasado por guerras independentistas y civiles, terremotos y muchas otras catástrofes y aun así seguíamos produciendo excelente café; hasta hace pocos años años, cuando nos convirtieron de país productor a importador de café. Actualmente más del 70% del café que consume el venezolano es importado y sin embargo, muchos siguen repitiendo como loritos ″El café venezolano es el mejor del mundo″.
Ahora más que nunca debemos hacer algo por nuestro grano aromático, es nuestra responsabilidad defender este patrimonio ancestral, nuestro orgullo. Quizás no podamos evitar las importaciones que hace el gobierno pero si podemos apoyar a nuestros caficultores, a nuestra gente, al buen café.
Lamentablemente esta desidia hacia el café llegó a todos lados, es triste ver como se maltrata la poca calidad del grano que les llega a todos los niveles, muchos de ellos (los caficultores) hacen un esfuerzo en conseguir un buen café 100% venezolano y lo dañan al tostarlo, al prepararlo y al servirlo. Muy a nuestro pesar el impacto de una mala taza no solo se queda en Venezuela, la onda expansiva llega al extranjero.
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| Condiciones de la estación de espresso en un restaurante muy concurrido de Las Mercedes, Caracas. |
En el análisis de desprestigio del café venezolano que he venido haciendo desde hace algunos meses, he identificado dos espacios en el país que atentan contra nuestro café venezolano haciéndonos quedar mal en el extranjero. Los aeropuertos y los hoteles.
Cada vez que viajo al extranjero o a alguna ciudad venezolana, me acerco a los expendios de cafés de los aeropuertos y pido un café (siempre y cuando la estación de café se vea limpia y en buenas condiciones) para evaluar el nivel de calidad y servicio de nuestro café al turista, dándome cuenta de una triste realidad, estamos raspados en lo que a calidad y servicio de trata.
Los hoteles no se quedan atrás, ni en los 5 estrellas preparan un buen café. Debido a la crisis de seguridad en la que vivimos, muchos extranjeros que vienen por negocios hacen vida en los hoteles, evitan salir, no obstante los maltratamos con un café carísimo y asqueroso.
Se podrán imaginar la percepción de los extranjeros que nos visitan, en el aeropuerto le queman la boca con un café hirviendo y en el hotel le preparan un café sin sabor a café.
Luigi Lupi (Primer Campeón Barista de Italia), cuando volvió a Venezuela después de 30 años, país donde se enamoró del café, me dijo: "Es lamentable, el café que está tomando el venezolano, todo es asfalto″.
Realmente el café venezolano necesita que pongamos de nuestra parte, debemos comprometernos en hacer un mejor país; es muy simple, hagamos bien las cosas.
Muchas gracias por tomar el café en serio.
Paramaconi Acosta
Director/Instructor de la Escuela Venezolana del Café.
@EscuelaDelCafe
www.EVC.com.ve
1 comentario :
Es nuestra lamentable y triste realidad,ojalá podamos ser igual como eramos antes, gracias por tu escrito,ojalá los políticos q de veras quieran a Venezuela, hagan algo por nuestro café, saludos.
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