El café es una bebida social que se compromete como pocas con las buenas relaciones entre las personas. Es un hecho que cuando alguien quiere tratar un asunto, cuando se quiere hablar de negocios, o, simplemente justificar un encuentro para alentar las relaciones y la cercanía, se busca el pretexto de tomar café.
Seguro que usted lo ha hecho decenas de veces, como un gesto social natural. El café induce a la empatía, o por lo menos nos da la oportunidad de que la llevemos a la vecindad de los demás.
Pero ¿y él café, con qué es empático? Sí, con qué tipo de alimentos, con qué otras preparaciones culinarias se encuentra a gusto? A gusto, porque hablamos de gustos.
Un café natural hecho en cafetera tiene un punto de amargo que se suele corregir con dulce y con algún otro alimento con cierta proporción grasa.
Es común, por tanto, que ese amargo se corrija con azúcar y con leche, de donde nacen infinidad de preparaciones como cortados o cafés con leche o manchados o simples cafés con azúcar.
Pero ¿podemos subir un nivel, podemos mejorar ese efecto corrección del amargo del café? Sí, con dulce concentrado, con pasteles, cakes, bollería y dulces, que tienen la particularidad de concentrar azúcar, mantequilla y en algunos casos hasta leche en su composición básica.
Así, si hubiéramos de maridar al café con una excelencia grasa y azucarada, podríamos empezar por una tarta de café y chocolate ¿Qué dice? El café de una tarta de café y chocolate tiene ese punto de dulce, que se hace triple con su composición, de café, leche, chocolate con leche que no tiene desperdicio.
Debería probarlo, café, con tarta de café y chocolate, bocatto di cardinale.
Tarta de café y chocolate y el motivo para un maridaje que busca fieles esposos.
Fuente: el-cafe.es
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