Cepas Carmenere y Carignan destacan en la evaluación del Concurso Mundial de Bruselas en su edición sudamericana
Maycas Limari Reserva Especial Chardonnay; Misiones de Rengo Gran reserva Cuvée Carmenere 2011; Santa Carolina Reserva de la Familia Carmenere 2006; Viña Tarapacá Gran Reserva Etiqueta Negra Cabernet Sauvignon 2010; Sanra Carolina Dry Farming Carignan; Sol de Chile Reserva; además de Alto del Carmen, Pisco Reservado, han sido ganadores de la Gran Medalla de Oro, otorgada por el jurado del Concurso Mundial de Bruselas-Chile, realizado en esta ciudad de la región de Bio-bio.
En una ceremonia realizada en las instalaciones del Instituto Nacional Centro de Formación Técnica de la Universidad de Chile (INACAP), con la presencia de autoridades estatales, miembros de la comunidad académica del ramo de la gastronomía y turismo, empresarios del sector vinícola de la zona y el jurado integrado por catadores de Chile, Brasil, Croacia, Francia, Suiza, España, Reino Unido, Canadá, Estados Unidos y México, Baudouin Havaux, presidente del certamen, hizo el anuncio de las máximas condecoraciones otorgadas en esta evalución, resaltando el creciente nivel competitivo de los vinos chilenos, lo que ha cerrado aún más la competencia anual y dejado fuera del medallero a vinos con alto puntaje que otro momento hubieran muy bien merecido una presea dorada.
"Las reglas internacionales de este tipo de concursos establecen que puede premiarse hasta un 30 por ciento de los competidores. Diversos vinos de altísima calidad quedaron inhabilitados para una medalla por márgenes muy cerrados de puntuación. Estamos viviendo un afianzamiento de la industria chilena, que expresa oficio, carácter y un evidente signo de identidad. Cepas como la Carmenere han llegado a puntos absolutos de afianzamiento y otras más como la Carignac están despegando con entusiasmo, dando por resultado vinos con gran presencia. De igual modo los ensamblajes están dando notas muy relevantes, evidenciando el gran trabajo que se está realizando en las bodegas", dijo Havoux.
Durante una semana, los 18 evaluadores se concentraron en la segunda ciudad más importante de Chile para calificar cerca de 150 vinos provenientes de alrededor de 70 bodegas chilenas.
LLENA DE PROMESAS
Havoux elogió la participación de la región de Bio bio, seriamente dañada en 2010 por un terremoto de 8.8 grados, según cifras oficiales, y por un tsunami que devastó la zona costera y las instalaciones portuarias de esta demarcación que se distingue por su amplísima biodiversidad y la preservación de los mapuches, etnia primigenia antes de la llegada de los españoles y que históricamente nunca fue conquistada.
"Se habla mucho de los vinos de Aconcagua y del Valle Central, pero pocas veces reparamos, tanto en Chile como en el mundo, de las propuestas que puede ofrecer la región del sur, con los productos del Valle de Itata, Bio bio y Malleco. De ahí la importancia de que este sexto encuentro se haya realizado en un espacio promisorio en términos vinícolas, donde los efectos del cambio climático están cambiando las perspectivas de producción y donde se está afianzando el trabajo con la cepa emblemática País (Misión),además de la labor que se desarrolla con otras más como la Carmenere y la Pinot Noir.
"Este concurso no sólo ha significado un punto de encuentro en una localidad específica, sino también la oportunidad de que especialistas y comunicadores de todo el mundo conozca la riqueza cultural, social, gastronómica y alimentaria de la zona; que prueben sus vinos y conozcan las historias de vida de los productores. No se trata tan sólo de probar los vinos de un determinado territorio, sino también de ir más allá, de entender todo lo que rodea al vino, porque finalmente los vinos no existen por si solos, son resultado de una cultura y de la gente que hay detrás de ellos", dijo.
Elogió, asimismo, la participación de las instituciones educatativas de la región y la participación de estudiantes y profesores en distintas actividades enlazadas con el Concurso, donde los estudiantes tuvieron la posibilidad de oír y expresar opiniones tendientes a fomentar el trabajo en sus propias comunidades, apreciar los vinos y demás productos de la zona e impulsar tanto en el aula como en el campo profesional, el consumo de productos locales, incentivando la economía regional y el apuntalamiento de sus valores culturales.
TAMBIÉN CON DESTILADOS
Dentro de los lineamientos del Concurso Mundial de Bruselas, tanto en su versión europea como en el capítulo chileno, se contempla una evaluación de destilados y espirituosos, donde en esta ocasión el pisco chileno, con Denominación de Origen (DO) desde 1931, fue el eje central de las consideraciones del jurado, siendo Alto del Carmen Pisco Reservado el único y gran ganador de la Medalla de Oro, sin compañeros en la lista de premiados dentro del género.
"Aromas de linalol y geraniol marcan la tendencia en la apreciación de este destilado donde precisamente uno de los puntos más importantes son las cualidades en nariz. Atacamba y Coquimbo son las zonas productoras por antonomasia de este productos, del cual 99 por ciento corresponde la producción a dos grandes empresas, mientras que el resto lo desarrollan 12 pequeñas bodegas.
"La DO autoriza el uso de 15 variedades de cepas, aunque en la práctica se utiliza sólo cinco, divididas en dos grupos: las neutras, como Moscatel de Alejandría, Moscatel rosada y Torrontés; y las aromáticas, como Moscatel de Austria y la Pedro Ximénez, que no tiene realmente mucho que ver con la Pedro Ximénez española", expresó Philippo Pszczólkowki, presidente del jurado en el certamen.
Añadió que actualmente se cultivan alrededor de 10 mil hectáreas para uvas destiladas a la producción de pisco, que se proyectan en cerca de 250 millones de litros anuales de esta bebida donde las suaves notas amaderadas, sin caer en excesos, son un signo latente de calidad.
CON LA VISTA EN MÉXICO
Havoux destacó que la participación de destilados y espirituosos es un aspecto importante para la promoción de bebidas locales, como el pisco, que pueden ser valoradas por expertos internacionales, cuyas voces son importantes en la difusión de estas bebidas en sus países de origen y en los foros mundiales en los que participan.
"De ahí la relevancia que puede significar la presencia de bebidas como el tequila y el mezcal en los certámenes mundiales, o incluso previendo la posibilidad de que un concurso de esta magnitud se realizara en México, centrado en el tema de estos productos, como ya está previsto en Brasil con el tema de la cachaza.
"No se trata de poner a competir a los productores o crear una rivalidad interna. La ventaja de estos eventos es que son foros de proyección internacional, además que permiten un reconocimiento pleno de los productos, como ocurrió con el mezcal Amores, en el reciente encuentro de Guimaraes, Portugal, hace unos meses", puntualizó Havoux.
Añadió que la justa chilena se realiza desde 2007, presentando al mundo las regiones del vino de Chile, sus valles, los productos con denominaciones de origen (DO) y sus empresas.
"Hemos ido del norte al sur de Chile. Hemos estado en las DO de Limarí, Elqui, Aconcagua, Casablanca, San Antonio, Leyda, Maipo, Cachapoal, Colchagua, Curicó, Lontué y Maule. Cada año participan más de 70 empresas chilenas y se han premiado más de 500 productos de las 17 DO, con un jurado experto que ya totaliza más de 80 personas.
"Hemos distinguido con el símbolo de la más alta calidad en el mundo a los productos provenientes de las DO de Chile, siendo nuestro reconocimiento el más vivo reflejo de los cambios experimentados por la industria chilena en los últimos años", precisó el especialista.
Fuente: eluniversal.com.mx
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