Una de las conductas que nos distinguen como sociedad fraterna es el compartir socialmente con la familia o los amigos, generalmente alrededor de una comida. Esta costumbre nos ha llevado a que cada semana pensemos en algunos casos que ofrecer a los invitados, en otros casos que llevar cuando nos invitan.
Como sociedad gastrónoma o sibarita enfrentamos nuevos dilemas, como por ejemplo que bebida elegir para acompañar una conversación o una comida. Recientemente ha aparecido con fuerza una tendencia a consumir vino para estas ocasiones, sin embargo, nos invade en oportunidades cierto temor de hacer una buena elección. Las consideraciones que tomamos para elegir un vino en particular giran en torno a una marca conocida, sabor gentil no muy fuerte para el común del público y un precio accesible.
Hoy les presento una opción que cumple con estas consideraciones, hoy les presento el Morandé Pionero Cabernet Sauvignon 2011.
Como información general, Morandé Pionero Cabernet Sauvignon 2011 está elaborado con uvas cosechadas del Valle del Maipo en Chile. Su fermentación dura alrededor de 15 días, la cual se realiza por la inoculación de levaduras seleccionadas sobre los orujos y el jugo; asimismo se aplican remontajes para una extracción de color y sabores que se encuentran en la piel de los granos. Se guarda en estanques de acero inoxidable y en barrica por algunos meses hasta ser envasado.
De color rojo intenso y matices de rubí, tiene un aroma que recuerda frutas negras como la mora, con notas dulces de vainilla y tabaco fresco.
Su sabor se siente importante, de buen cuerpo, con sabores de chocolate negro y café, frutas confitadas y una larga duración en boca, lo cual lo hace interesante para acompañar carnes rojas a la parrilla, además de legumbres, cazuelas y cocina sazonada. Les sugiero servirlo a una temperatura entre 16 a 18° C.
Su precio ronda los Bs. 69,50, siendo una interesante opción para aquel las personas que recién entran a conocer el mundo del vino y desean sabores suaves que combinen perfectamente con una comida familiar.
Si tienen una visita y quieren distinguirla con un buen vino esta es una interesante opción. Nunca olviden beber con medida y responsabilidad y recuerden que el clasificar a un vino como bueno no depende del precio, sino se su gusto amigo lector.
Luis Enrique Blanco
el Gourmet Urbano
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