Una copa lo dice todo
Los vinos tintos, blancos, secos, prosecos y espumosos brindan los mismos beneficios en una sola copa.
Vinos.
* Ablanda la conversación
Lo sabe cualquiera que necesitó bajar un nudo por la garganta a la hora de hablar. Pero a diferencia de muchas bebidas alcohólicas que noquean rápido, el vino hace este trabajo de forma lenta y envolvente. Una copa en la periferia del tema, se irá acercando sorbo a sorbo hasta que la complicidad brille en el meollo en cuestión y la conversación fluya ya sin obstáculos sobre la segunda o tercera copa.
*Mejora la digestión
Esto es algo que ya sabían los antiguos, cuando se mandaban esos banquetes que trascendieron en la historia. Es que el vino, por su capacidad de barrer con las grasas de la comida hace que una paleta de cordero o un asado sean fácilmente digeridos por el estómago.
*Disminuye el colesterol
Existe una relación largamente probada entre los antioxidantes presentes en una copa de vino tinto y la capacidad del cuerpo para evitar la fijación de grasas en el sistema circulatorio. De modo que acompañar una picada de jamones con una o dos copas es garantía saludable.
*Previene las caries
Es raro encontrar catadores con caries, aunque no está del todo claro por qué. Que los dientes se desgasten no es cuestión del vino, pero que tus dientes no presenten caries es bondad del vino.
*Mejora el sueño
No hay mejor pista de aterrizaje en la noche que uno a dos copitas de vino para acompañar una cena. Pocas cosas relajan más que acabar un rico plato, echar el cuerpo hacia atrás en la silla y arrobarse en el sabor final del buen vino.
*Es una excusa de encuentro
Una buena botella de vino, es la excusa perfecta para unificar voluntades en la cocina, asimismo para juntar a los amigos a pasar un buen rato.
*Porque sofistica
Es una realidad que no resiste mucho análisis. El whisky es fijo salir en telenovelas y el Martini pertenece a series top con escenarios de rascacielos, algo irreal. En cambio, la copa de vino, con su figura frágil y a la vez atractiva, aporta sofisticación de vida real y a la medida de quien la lleve. Nada más hace falta llevarla con elegancia y saber usar un par de términos con corrección, como taninos, guarda o reserva.
*Hace crecer
Es típico entre los jóvenes que rayan los 30, que la cerveza ya no los seduce como solía hacerlo a los veintipico. Y no solo por un tema de sabor, sino porque a sus ojos es la bebida de los que todavía tienen granos en la cara. Ahí el vino se anota un piropo sin esfuerzo: para parecer más grande, basta con beberlo pausado y airosamente junto a las comidas.
*Rejuvenece
Todo el mundo sabe que el tinto que toma el abuelo con sus amigos no es el mismo que comparte un muchacho con su novia. De ahí que hay que saber mirar: hay botellas péndex, con ilustraciones, tipografías nuevas y estilos frescos y frutados, y otras con etiquetas de castillos, tipografías del siglo XIX y vinos evolucionados. Usted sabrá qué botella tiene el elixir de la juventud.
Fuente: elnuevodiario.com.ni
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