El Gourmet Urbano: El vino en formato pequeño gana lugar en la mesa

domingo, 17 de febrero de 2013

El vino en formato pequeño gana lugar en la mesa

Al inclinarse por un consumo individual o responsable, muchos buscan la oferta de alta gama en envases de 375 cc

Existen muchas situaciones en las que no vale la pena descorchar una botella de vino de 750 cc. Pueden ser varias las personas sentadas a la misma mesa, pero sólo una planea beber, o quizás uno es el conductor designado, o que cuando el escenario es el hogar y sólo es una copa lo que tenemos en mente, no sepamos cuándo encontraremos la ocasión de ajusticiar el resto de la botella.


En La Cabrera, Nicolás Olivera y Camila piden su botella de 375 cc. Foto: Gustavo Bosco
 
En todos los casos no es un buen plan comenzar un vino sin la certeza de que lo que quede en la botella no será víctima del paso del tiempo. Y menos si es un vino de alta gama.
 
Por eso, en respuesta a un consumo que en algunos casos tiende a ser más individual, y en otros más responsable, pero también como estrategia de muchas bodegas que buscan hacerse un lugar en el corazón del amante del vino, en los últimos años los formatos pequeños -375 cc para los vinos, 187 cc para los espumantes- han multiplicado su oferta de etiquetas, tendiendo hacia productos de alta gama, que incluso pueden conseguirse en supermercados y vinotecas. "Históricamente, el formato 375 fue patrimonio de vinos como el Norton Clásico o el López, que sólo se encontraba en los restaurantes. Lo que ha sucedido es que este formato se hizo más premium, con un montón de bodegas que comenzaron a poner en formato chico sus vinos más caros", comenta Fernando Marcos, gerente de marketing de Norton, bodega que hace 10 años producía dos etiquetas en 375 cc y hoy cuenta con diez.
Representantes emblemáticos de la alta gama como Rutini, Luigi Bosca, Navarro Correas o Zuccardi, no dudan en ofrecer versiones pequeñas de sus clásicos, una decisión que imitan incluso las bodegas más jóvenes o las boutique. Que las cartas de vinos de los restaurantes se hayan poblado rápidamente de vinos 375 responde también a la necesidad de muchas bodegas nuevas de hacerse un lugar en el mercado. "Hoy el envase pequeño tiene un rol importante en el canal gastronómico y las marcas de calidad buscan comenzar su proceso de construcción de marca allí -dice Federico Ruiz, brand ambassador de Nieto Senetiner-. Así, una bodega boutique que hace un vino de buena calidad y que quiere ingresar al mercado empieza en el restaurante para que lo pruebe el consumidor y después lo compre en la vinoteca o el supermercado."
 
Pero, ¿qué busca el consumidor en los vinos pequeños? "Son muchas las razones que hacen que la demanda crezca -afirma Gastón Riveira, chef y propietario del restaurante La Cabrera, cuya carta ofrece más de una decena de vinos 375-. Se ven en la mesa de dos personas o de cuatro, en la que uno toma vino y el resto no; también lo toma el que se cuida y no quiere engordar y pide un poquito de vino, y es además una opción interesante para no gastar tanto."
 
"La mayor conciencia de no beber en exceso antes de conducir que está asumiendo el consumidor se vuelca también al vino", dice Gaspar Roby, director de enología de Navarro Correas. "Dos personas van a un restaurante, toman un 375 y después pueden manejar; con una de 750, no", resume Vincent Capmas, market manager de la bodega Altos Las Hormigas.
 
En el hogar, el 375 también tiene mucho que ofrecer, sostiene Ruiz. "Es muy difícil mantener en condiciones óptimas los vinos de 750 cc cuando no son consumidos en el momento. Para quien vive solo o con una pareja que no bebe, es ideal un envase pequeño que satisface las necesidades de todos los días."
 
A medio camino entre los 375 cc y los tradicionales 750 cc, se encuentran las botellas de 500 cc, con un número menor de exponentes. "Los vinos dulces son los que más utilizan este formato -explica Paula Arias Martínez, gerente de Marketing de Bodega del Fin del Mundo, que elabora en 500 cc el semillón tardío Cosecha de Mayo-. El dulzor es muy atractivo, pero agota rápidamente las papilas gustativas. Por eso es ideal para que no haya sobrante, ya que pasados unos días en la heladera pierde su potencial de disfrute."
 
En cuanto a los 187 cc, es el formato preferido para los espumantes, y la lista de opciones es enorme: desde los clásicos Pop de Pommery, 187 de Chandon y Nieto Senetiner Brut Nature hasta el más reciente Norton Cosecha Tardía.
 
Es que si bien el crecimiento de los formatos pequeños es innegable, todavía representan una pequeña porción del mercado. "Hoy, los envases de 375 representan alrededor del 5% de las ventas de un vino en sus distintas presentaciones", precisó Ruiz. Y es muy poco lo que se exporta. Una excepción es la bodega Altos Las Hormigas, que en 2012 exportó 60.000 botellitas 375 de su Malbec Clásico a 15 países de América latina. "Nuestro mercado principal es Brasil, después nos vino bien para los países de América latina y para la Argentina", comentó Capmas, que señaló que el único punto débil es que posibilitan la guarda: "Por el volumen de vino y la posibilidad de oxidación que se produce dentro de la botella, la guarda en botella de 350 es muy inferior a la botella de 750"..

Fuente: lanacion.com.ar

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