El Gourmet Urbano: Basmati: cómo preparar el arroz más rico

lunes, 25 de marzo de 2013

Basmati: cómo preparar el arroz más rico

Es una variedad perfumada y muy sabrosa poco conocida en nuestro país por el común de los mortales. Aprende a preparar al rey de los arroces y olvídate de los mazacotes que pudiste haber comido.

 

Si fuiste estudiante en provincia ajena el arroz fue la base de todas tus comidas. Por lo que a mi respecta, cuando me recibí corría arroz en mis venas y apenas pude tener un peso de más en el bolsillo –algo que no sucede con frecuencia en el periodismo- abandoné el arroz para siempre, cansado de esos pastiches de almidón con sabor a caldo y todas sus variantes posibles.

 

La foto es de http://ricewise.com, buen sitio.

 

La gastronomía volvió a reconciliarme con el arroz, de la mano de los grandes risottos de algunos restaurantes, pero sobre todo con el descubrimiento tardío del arroz basmati. Fue en una comida con indios, que lo tomaban con la mano y lo desgranaba sobre su boca. Mi idea del arroz cambió para siempre.

 

El basmati es un tipo de arroz proveniente de la India, Pakistán y Bangladesh, largo y delgado, que tiene la rara característica de un perfume y sabor que pica justo entre las setas y la tierra negra. Por lo que es en sí mismo un complemento perfecto de casi cualquier comida, sumándole textura y aroma a tus platos. El que sea, créeme.

El truco para preparar un buen basmati es uno sólo: nada más tienes que poner tres tazas de agua por cada una de arroz, salar a gusto y ponerlo a hervir. Primero, a fuego intenso y destapado, hasta que se consume el grueso del agua. Eso suele suceder cuando estás rondando los 10 minutos de hervor. Después le bajás el fuego al mínimo posible, lo tapas y cuentas cuatro a seis minutos más, apagas el fuego y esperas que se termine de cocinar con el vapor restante.

 

Como el basmati es una arroz que no suelta almidón, no se hace un mazacote ni apelmaza. Por el contrario, se desgrana fácilmente. Sírvelo con un chorrito de oliva y ya alcanza para tener una guarnición perfecta. Y si le agregas pistachos, nueces, castañas de cajú o almendras rotas, tienes el mejor plato del mundo para acompañar cualquier cosa, si es que este plato en sí mismo no te llena. Lo mismo, si le rocías un poquito de perejil picado o lo mezclas con portobellos cortados y saltados a la provenzal.

 

Una receta que me gusta hacer consiste en saltar unos camarones con oliva, morrón, ajo y jengibre y servirlos con el basmati limpio, sin que se mezclen. Es un plato que sacas en los 20 minutos que le toma al arroz estar listo desde que lo pones al fuego, sencillo de hacer y que, por su sabor, es de alto vuelo.

 

La única contra del basmati es su precio. Mientras que un kilo de arroz lo pagas entre 10 y 20 pesos, según el tipo y la marca, un kilo de basmati Dragoni -la marca que vende el super- asciende a 65 pesos (cuando lo conseguís). Pero vale la pena. Porque mientras que el resto de los arroces –doble carolina, grano largo o carnaroli- los usas para hacerte risottos bien potentes y pastosos, el basmati lo usas para comidas simples y de fácil cocción.

 

Y si por esas cosas de la saturación sufrís el síndrome de la resistencia al arroz post carrera universitaria o estás aburrido de comer el mismo pastiche soso que haces en la olla, dale una oportunidad al basmati, que te cambiará las comidas para siempre. Y la economía, también, claro. Pero ese es otro cantar.

 

Fuente: planetajoy.com

 

 

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