El café es originario del África tropical y fue objeto de comercio a través de las caravanas árabes. Fue introducido en Europa occidental a comienzos del siglo XVII, siendo Francia e Inglaterra los primeros países consumidores. El cultivo del café se encuentra ampliamente difundido en los países tropicales y sub-tropicales. Llama particularmente la atención el caso de Brasil, que concentra poco más de un tercio de la producción mundial. Los granos del café son uno de los principales productos de origen agrícola que se comercializa en los mercados internacionales y a menudo supone una gran contribución a los rubros de exportación de las regiones productoras. El cultivo del café, está culturalmente ligado a la historia y al progreso de muchos países que lo han producido por más de un siglo, y han fomentado junto a este comercio, las tradicionales costumbres para el disfrute de la bebida.
Al igual que ocurre con el vino, el té o las infusiones de hierbas, el café que los grandes distribuidores ofrecen al consumidor no es más que la enésima parte de lo que se produce en el mundo; por otra parte, los productos más difundidos en el mercado solo satisfacen el gusto medio, son elegidos de modo que sean adecuados para un público lo más amplio posible, y por tanto resultan poco personales y característicos.
Son muchos los países cultivadores de café que se han hecho famosos por la producción de una determinada variedad. Aquí hemos querido hablar únicamente de algunos de los más apreciados y recordar que, a menudo, el sabor puede depender, aparte de la variedad de café de que se trate, de los diversos métodos de tostado del grano.
Desde los cuatro continentes: Geografía del Café
Los cafés aquí detallados son casi todos los productos derivados de granos de arábiga, la variedad más buscada, pero tienen gustos y aromas muy diferentes.
Colombia:
- · Medellín: Variedad rica, con mucho cuerpo y ligeramente acida.
- · Armenia: Es algo más ligera y menos acida, pero siempre con mucho cuerpo y en el sabor un toque vinoso.
- · Manizales: Es una bebida rica y vinosa, mas acida pero con menos cuerpo que la Medellín y menos ligera que la Armenia.
Jamaica:
- · Blue Mountain: Apreciadísima y rara, crece a 2251 metros de altitud; sus granos tostados dan una bebida dulce, aromática, ligeramente acida y de mucho cuerpo, que pude recordar a un caldo.
- · High Mountain: Se cultiva en superficie mucho más extensas que las destinadas a la anterior variedad, proporcionando una bebida excelente, siendo esta de menos cuerpo.
- · Jamaica Mountain Choice: Es una variedad cultivada por una pequeña cooperativa, un producto excelente pero bastante escaso.
Hawái:
- · Kona: Es un producto extraordinario, de mucho cuerpo y dulce, pero nunca empalagoso ni repulsivo
Kenia:
- · Kenya AA: Da lugar a una bebida con cuerpo, ligeramente acida, algo vinosa y muy homogénea.
Tanzania:
- · Kilimanjaro y Plantation Bukoba: Variedad de granos redondos que produce una gran bebida, un café puro y de color negro.
Sumatra:
- · Mandheling y Ankola: Se trata de cafés dulces, ricos y moderadamente ácidos. Su particular consistencia los hace especialmente adecuados para beberlos con leche.
Yemen:
- · Moka: Produce un café extraordinario: picante, dulce y amargo a la vez, y con gran cuerpo.
Venezuela:
- · Mérida, Cúcuta y Tachira: Las dos primeras variedades son ricas y bastante acidas, mientras que la última tiene una acidez muy baja, sin llegar a ser insípida.
Costa Rica:
- · Costarricense: Los mejores cafés provienen de las zonas montañosas de mayor altitud, en la costa del Pacífico.
México:
- · Coatepec, Córdoba, Jalapa, Oaxaca, Pluma Oaxaca y Tapachula: Los cafés mexicanos tienen cuerpo por lo general, son ricos y ligeramente ácidos, y cuentan con un fragante aroma.
- · Pluma: Apreciado por su excelente sabor y sus elevada acidez, que lo hacen muy adecuado tanto para beberlo sin mezclar, como en compañía de la variedad Arábica de África Oriental
Diversas técnicas para hacer un buen café
Una vez molido el café, ya sea con molinillo manual o con uno eléctrico, se pasará a decidir la dosis: a modo de orientación, una cucharada por cada taza a servir.
El mejor modo para preparar café es el expreso, pero otro método bastante acertado, especialidad de los países nórdicos, es con la cafetera a pistón; el sistema Melior. En este caso, el café molido se echa en el cilindro, se riega con agua hirviendo y después se deja en infusión unos cinco minutos. A continuación, se oprime el émbolo hacia abajo para separar la bebida de los posos y finalmente se sirve el café caliente desde el cilindro de vidrio. La bebida que se obtiene es fuerte y amarga, pero muy apreciada.
Otro método para prepararlo es la cafetera napolitana. Esta pequeña máquina consiste en dos cilindros metálicos superpuestos, uno de los cuales tiene un pitorro, y un pequeño filtro metálico para el café, que se inserta entre los dos cilindros. Se llena de agua el cilindro sin pitorro; se llena de café el recipiente/filtro y se enrosca el cilindro superior sobre el inferior. En cuanto empieza a salir vapor por un pequeñísimo agujero situado en la parte inferior de la cafetera, se apaga el fuego y se la retira. El agua hirviente impregna el café y asciende hasta el cilindro superior: en este punto, el café está listo. Se trata de un sistema que ofrece un café excelente.
La forma seguramente más antigua de hacer café consiste en el empleo de una manga. El agua se hierve en un pequeño recipiente de cobre que tiene un asa larga y delgada.
Si queremos preparar un café a la turca, hay que añadir agua al café molido con azúcar y después llevar ésta a ebullición en un cazo tres veces seguidas. Se puede beber con el café molido en suspensión o bien dejarlo reposar antes de hacerlo, para que éste se deposite en el fondo de la taza.
El inimitable café exprés
El café exprés es el café italiano por excelencia. Se obtiene mediante una máquina instalada en bares y restaurantes: dado que emplea una presión de 9 atmósferas, permite extraer algunas sustancias contenidas en el café molido. El resultado es un líquido concentrado recubierto de una crema espesa de color avellana, rico en sustancias solubles, responsables del sabor, y de otras insolubles (aceites y coloides) que, además de aprisionar los aromas, le confieren un cuerpo inimitable. Este tipo de bebida contiene poca cafeína porque el contacto entre el agua y el café es brevísimo.
El café exprés es la principal contribución italiana a la cultura de esta bebida. Su secreto está en la elevada presión (hasta 9 atmósferas), que consigue una mejor extracción de las grasas, portadoras del aroma, y de coloides, a los que se debe la crema. Si el café está bien hecho, la mezcla resulta de color pardo rojizo; si está pasado, es oscuro.
Autor: Alexander Aguirre Triana
Fuente: elcatavinos.com
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