La quinoa es un alimento esencial para quienes buscan comer rico y sano. Versátil, se la puede preparar y consumir de muchas maneras. Sólo tienes que seguir estos consejos.
Cultivada en los Andes desde hace más de seis milenios, en los últimos años la quinoa comenzó a incorporarse a las dietas saludables por ser considerada un “súper alimento”. ¿Qué significa? Que aporta más proteínas que cualquier grano; también hierro, calcio, fósforo, vitamina E y varias del grupo B. Pero lo mejor es que es rica, suave y fácil de cocinar. Estos son algunos tips básicos para que la incorpores a tu menú diario.
Primero lo primero: ¿qué es la quinoa? Técnicamente, la quinoa es la semilla de una hierba, aunque se la suele asociar con los granos por su composición y por la forma en que se consume.
Ojo con la saponina. La quinoa debe lavarse muy bien, con mucha agua y en varias oportunidades antes de ser cocinada. Esto es para retirar la saponina, un componente tóxico, con características similares al jabón. Es importante mover el agua a medida que vayas lavando para que la saponina no se deposite sobre la superficie.
Cómo cocinarla. El modo más común de cocinar la quinoa es utilizando tres partes de agua o caldo por cada parte de grano, a fuego medio durante 15 minutos o hasta que se vuelva transparente. Como con el arroz y las pastas, se busca que quede al dente. También se puede cocinar al vapor durante 20 minutos o salteada en una sartén antes de hervirla para lograr un sutil saborcito a nuez. Atenti: debe servirse inmediatamente para que mantenga su sabor y sus propiedades nutricionales.
La sazón. Un alimento tan rico y saludable requiere un condimento que esté a su altura, como la sal Genser a las Finas Hierbas. Su mix de romero, pimienta, estragón, comino, jengibre, tomillo y albahaca le dará un toque exquisito.
Desayuno, almuerzo, merienda y cena. Una de las mayores ventajas de la quinoa es que se puede comer a cualquier hora del día, en platos dulces o salados. Por las mañanas, pruébala con pasas, canela y cualquier fruta que te guste. Para el mediodía se puede servir con vegetales en ensalada o salteados. A la noche, úsala para reemplazar al arroz en un risotto o para sumar al puré de calabaza. En la web encontrarás infinidad de recetas que incluyen tortas, sopas, hamburguesas y hasta ñoquis.
Se consigue en varios formatos. Además de la quinoa cruda que conseguís en las dietéticas, existen varias marcas que la ofrecen en distintas presentaciones. En semillas para elaborar granolas, o mezclar con yogurt o frutas; en harina para bizcochuelos, panes o pizzas; en hojuelas para rebozar verduras o queso; precocida y también en barras.
Fuente: planetajoy.com
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