El Gourmet Urbano: Chile en una botella por Enrique Rivera

jueves, 3 de octubre de 2013

Chile en una botella por Enrique Rivera

¡Qué notable iniciativa ha sido el tercer proyecto de Top Winemakers! Esta entidad, dirigida por Rafael Prieto y que tiene por misión potenciar la imagen de Chile desde su vitivinicultura, se propuso ahora la audaz y difícil tarea de hacer un vino que resumiera la riqueza y diversidad enológica del país, la de sus valles, sus viñas y sus profesionales. ¿Cómo pudo materializar este objetivo tan ambicioso y casi utópico? Aquí se lo contamos.

 

El Cabernet Sauvignon 100 Barricas de Chile

 

Conocimos a Rafael Prieto cuando trabajaba para la empresa Diseñadores Asociados como un joven y creativo diseñador gráfico. Más adelante lo vimos como parte del equipo que echó a caminar la Guía de Vinos de Chile, una publicación que durante años fue un gran referente en la evaluación de los vinos nacionales. Tanto por esta importante labor, como por la que viene desarrollando a la cabeza de Top Winemakers, la Cofradía del Mérito Vitivinícola de Chile, que preside actualmente el enólogo Pablo Morandé, lo incorporó en abril de este año como miembro de la entidad.

Rafael Prieto y el enólogo Marcelo Papa en pruebas de premezclas

 

El primer proyecto de Top Winemakers fue la Edición Bicentenario, lanzada a fines de 2009 como un aporte a las celebraciones del aniversario patrio, y que consistió en una caja de 10 vinos elaborados por otros tantos enólogos chilenos, principalmente a base de uvas cabernet sauvignon de la cosecha 2007, todas provenientes de un mismo viñedo del Alto Maipo. Un interesante pie forzado que dio origen a vinos bastante distintos entre sí, algunos muy notables.

 

El segundo proyecto de Top Winemakers, llamado 5×20, fue presentado el año pasado. Se trató de un desafío aún más complejo y colectivo. Rafael Prieto convocó a 5 enólogas y 5 enólogos de 10 importantes viñas chilenas para que elaboraran, por separado, un vino que los representara. Cada profesional aportó muestras de diferentes vinos de la cosecha 2010 a las sesiones de trabajo y discusión, pero solo uno por persona quedó seleccionado para la mezcla final. Por lo tanto, de este cotejo de gustos y pareceres diversos nacieron dos vinos, uno del grupo de las mujeres y otro del grupo de los hombres. Cada enólogo contribuyó, en consecuencia, con un 20% de un vino propio en el producto mancomunado que le tocó participar.

 

Reunión de trabajo en el valle del Cachapoal

 

El proyecto que hoy nos ocupa, y que conocimos a principios de este mes en su presentación oficial en el Club de la Unión de Santiago, fue todavía más difícil de gestionar, y más desafiante y masivo que el anterior. Un verdadero delirio enológico. Se invitó participar a 100 enólogos de 100 viñas de diferentes valles a elaborar un vino único que los representara a todos de la mejor manera y que fuera como un gran vino país, “Chile en una botella”, como muy bien se lo caracterizó. Aquí había que dejar de lado egos y gustos personales y trabajar, democráticamente, en pos de un producto común de mucho carácter emblemático.

 

Reunión de trabajo en el valle del Maule

 

Para abordar la compleja tarea se formó un directorio de siete destacados enólogos(Francisco Baettig, Aurelio Montes, Pablo Morandé, Marcelo Papa, Marco Puyó, Marcelo Retamal y Cecilia Torres) que definió un concepto y estilo para este vino colectivo. La supervisión técnica del proyecto estuvo a cargo de la enóloga Irene Paiva.

 

La cata final en Viña Casa Silva

 

Cada una de las 100 viñas participantes se hizo presente con un par de muestras de barrica, fundamentalmente de cabernet sauvignon, de la cosecha 2011. Se siguió un protocolo de trabajo muy estricto, que contempló degustaciones a ciegas en diferentes valles vitivinícolas con la asistencia del directorio enológico y los enólogos de la zona.

 

En estas sesiones de cata se seleccionaron las mejores muestras de cada viña y se hicieron premezclas para ver cómo se relacionaban algunos vinos entre sí. Luego de muchas pruebas y descartes quedaron tres ensamblajes para la elección final. Esta se realizó en agosto de 2012, en viña Casa Silva, en un encuentro en el que participaron 50 enólogos. Cada viña envió entonces una barrica de su vino presente en la mezcla ganadora a viña Tarapacá, donde se realizó, a fines de septiembre del año pasado, el ensamblaje definitivo y el embotellado.

 

Las 100 barricas seleccionadas para la mezcla final en la bodega de Viña Tarapacá

 

El vino que conocimos en la presentación oficial del proyecto ya lleva, por lo tanto, un año en botella. En su composición hay un 93% de cabernet sauvignon, 5% de syrah, 1% de carmenère y 1% de carignan. Las 100 barricas que alimentaron este enorme y complejo ensamblaje (¿se habrá intentado otro parecido en el mundo?), aportaron vinos de los valles de Elqui, Limarí, Aconcagua, Casablanca, Leyda, San Antonio, Maipo, Colchagua, Cachapoal, Curicó y Maule.

 

Más de alguien se preguntará si tiene sentido hacer un producto así, cuya identidad se diluye en tantos valles y enólogos, cuando la tendencia de hoy es a destacar el origen y la singularidad de los vinos. En mi opinión, sí tiene sentido, porque el propósito de este vino de 100 barricas y 100 enólogos es entregar una imagen país. Es un producto que se hizo con generosidad, imaginación y camaradería y que contiene en sí, aunque sea simbólicamente, la riqueza y diversidad enológica del país, la de sus valles, sus viñas y sus profesionales. Además, es un vino muy bueno, que busca reflejar un estilo moderno de vinificación, aplicado precisamente en nuestra cepa emblemática, la cabernet sauvignon, de tanto peso en la vitivinicultura chilena.

 

Los 50 enólogos que participaron en la elección del vino 100 Barricas de Chile

De este vino, también llamado 100 Barricas de Chile, Cabernet Sauvignon 2011, se hicieron 24.000 botellas. El 95% de ellas será colocado en el extranjero a unos 100 dólares la botella. El resto quedará para consumo interno y estará a la venta en tiendas especializadas como El Mundo del Vino, La CAV y La Vinoteca.

 

Lecturas de fotografías desde arriba:
N° 1: El Cabernet Sauvignon 100 Barricas de Chile.
N° 2: Rafael Prieto y el enólogo Marcelo Papa en pruebas de premezclas.
N° 3: Reunión de trabajo en el valle del Cachapoal.
N° 4: Reunión de trabajo en el valle del Maule.
N° 5: La cata final en Viña Casa Silva.
N° 6: Las 100 barricas seleccionadas para la mezcla final en la bodega de Viña Tarapacá.
N° 7: Los 50 enólogos que participaron en la elección del vino 100 Barricas de Chile.

 

Fuente: apuntesdesobremesa.cl

 

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