En el mundo de los vinos tenemos blancos, tintos y siempre la gente tiende a volcarse por los tintos. Yo te aconsejaría que empieces con vinos más frutados como el Merlot, Malbec que van a ser los que te van a gustar.
Marco del Castillo, Sommelier de Finca Propia en Argentina.
Por el aroma que tienen. Son muy perfumados. Todos esos pequeños datos hacen que te sientas bien al tomarlo. A partir de allí, comienzas a conocer poco a poco los vinos. Es lo que yo hice. Si empiezas a beber lo mejor, no lo vas a poder entender.
Entender los sentidos no es fácil.
Es que la cata es más un ejercicio de memoria.
Primer paso: frutados. ¿Luego?
Empiezas con vinos más adultos que no son un 2011, sino un 2008, 2007 y tienen otra estructura. Después de los frutados vas por vinos que tienen características más propias de la fermentación, en el cual el vino tiene otras cualidades más complejas.
¿Cuáles?
Colores más profundos, tonalidades distintas en lo que vendría a ser los ribetes de la copa: puede ser rojo, violeta, azul profundo. Para diferenciarlos solo necesitas una buena luz y un fondo blanco. Yo puedo coger una copa, verla y decirte aproximadamente su añada y qué vino es, porque aprendí a leerlo. Cuando te das cuenta de que puedes eso, no parás.
¿Hay un límite?
No, porque hay tantos vinos, tantas expresiones distintas que siempre vas a estar en búsqueda de algo mejor, distinto, porque siempre me preguntan ‘¿cuál es el mejor vino?’ y les digo ‘el mejor vino es el que te gusta’.
Que no siempre es el más costoso. Seguimos con los vinos adultos…
Claro, después vamos con los vinos que son el resultado de la tercera etapa, de alta gama. Un vino de calidad necesita buena uva, buen alcohol, acidez… pero si quieres que ese vino trascienda en el tiempo necesitas que pase un tiempo por barrica de roble… y solo tiene capacidad para 225 litros que es poco, pero te va a dar buen rendimiento y esa barrica te va a servir tres veces y no la puedes usar más…
¿Por qué?
Porque lo que se busca es que la barrica dé sus atributos al vino: aromas, color, sabor, estructura. Una barrica francesa, de 900 euros, tiene unos microporos donde se produce la microxigenación que, para el vino, es fantástica. Un vino que tiene un paso por barrica puede durarte más de 20 años. ¡Hay algunos de hasta 80 años! Un Gran Reserva de Rioja debe tener de 24 a 36 meses en barrica. ¡Eso es un montón! Imagina todo el tiempo que deben cuidar el vino en la barrica: tienen que medir temperatura, acidez cada dos días durante dos años.
¡Chamba!
(Ríe) ¡Es un laburo tremendo! Y no es que tengan una barrica sino que tienen mil. Todo ese dinero el consumidor lo termina pagando… Por eso, uno se pregunta por qué un Château Lafite sale 500 euros. Entonces, si eres una persona que está empezando, no te voy a invitar un Château Lafite.
Porque no lo vas a apreciar.
Te diría 'este vino es para ti… pero dentro de un año lo vamos a tomar' (ríe). Cuando estés listo, lo abrimos y vas a sucumbir. Yo me emociono cuando tomo vinos: '¡no puede ser posible lo que estoy bebiendo!' Ahí ya estás en la tercera categoría en la que no vas a encontrar vinos malos, ahí entra lo subjetivo: te puede gustar o no.
¡Hey! ¿Tanto camino para esa bifurcación final?
Lo que pasa es que hay vinos en Argentina, de la zona de Tacuil, que presenta 16 grados de alcohol. Si no estás acostumbrado, tomas ese vino y capaz te vas a marear, pero está tan bien hecho que no te das cuenta de que tiene 16 grados...
Hasta que te pongas de pie.
O capaz que lo sentís y no te gusta. Dale a un hombre que no bebe o a una mujer un Cabernet Sauvignon y va a sentir algo muy contundente en su paladar porque es de los más fuertes.
O sea, puede caer redondita.
(Ríe) ¡También! Si invitas a una chica, descorchas un vino, la vas a seducir y si le pones un vino de esos… bueno (ríe), vas a seguir seduciéndola.
¿Llegado al tercer nivel puedo pasearme por un restaurante cinco tenedores con completa seguridad?
Sí, sí, llegado a ese punto tú mismo ya averiguaste sobre etiquetas, ya tomaste varias botellas, ya conoces distintas cepas. Entonces te va a ser familiar abrir una carta. A partir de allí lo que quieras profundizar corre por tu cuenta.
Hasta querer producir mi propio vino por mi cuenta...
Precisamente en Finca Propia proponemos que seas parte del viñedo, de un terreno de 100 metros cuadrados. Y eres dueño de una tierra en el Valle de Uco, Mendoza, uno de los lugares más importantes de la vinicultura en el mundo.
¿El propietario de este terreno también cosecha?
Solo hacemos una vendimia en febrero, marzo y abril y después durante setiembre y octubre hacemos la poda y el raleo que son actividades lúdicas porque vas, te pones tus guantes, agarras tu tijera y te vas a cortar la cosecha, pero no estás obligado. ¡El sentido de pertenencia de producir tu propio vino es único!
La ficha
Peruano de nacimiento, pero desde los 19 años radicado en Argentina, donde trabajó en el área comercial. En 2009, estudió la carrera de sommelier y hoy se dedica a ello para la firma argentina Finca Propia que brinda a los peruanos la oportunidad de tener su viña y vinos personalizados que lleven su nombre. Mayor información en www.fincapropia.pe.
Fuente: larepublica.pe
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