El Gourmet Urbano: Cómo adquirir el gusto por el vino

jueves, 6 de febrero de 2014

Cómo adquirir el gusto por el vino

A muchos nos encanta ir a degustaciones de vinos o tomar una copa de vino en una ocasión especial, pero cuando lo bebemos nos desagrada el sabor fuerte y seco de los taninos.

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Por suerte, adquirir el gusto por el vino es más fácil de lo que se cree. Hay tantas variedades que alguna nos gustará.

 

Pasos:

1.- Prueba muchos vinos. Tal vez no te guste el vino porque los que ya probaste no son compatibles con tus gustos. Al exponerte a una gran variedad de vinos incrementas la posibilidad de que encuentres uno que te guste mucho.

2.- Toma tu tiempo al degustar el vino. No exageres, pero para aprovecharlo al máximo deberías degustarlo lentamente.

 

3.- Descubre tu paladar. Ningún vino se adecua a todos. Todos tienen sus preferencias, y al conocer las tuyas puedes mejorar tus selecciones y experiencias significativamente. Al degustar el vino anota tus impresiones y busca esquemas en tus preferencias.

 

Los vinos tienen cuatro componentes básicos: sabor, taninos, alcohol y acidez. Pueden tener sabor a frutas, cuero, especias, nueces, vainilla o alguna combinación de los mismos. ¿Cuáles te gustan?. ¿Prefieres taninos fuertes o sutiles?. ¿Y el alcohol y la acidez?.

 

4.- Experimenta con el vino. Retira del refrigerador el vino blanco unos 30 minutos antes de servirlo y enfría el tinto unos 20-30 minutos antes de probarlo. Cuando el vino blanco se sirve demasiado frío las notas frutales y florales disminuyen y aumenta la percepción de la acidez.

 

Enfriar el vino tinto delicadamente ayudará a reducir el sabor del alcohol, lo que puede tapar otros sabores cuando el vino está tibio.

 

Prueba los vinos con distintas comidas. Los vinos blancos secos combinan con frutas y quesos suaves, como el Brie. Los tintos fuertes y de cuerpo tienden a combinar con sabores robustos como la carne asada, vinos añejos o chocolate muy amargo.

 

Muchos vinos se benefician con el decantado (verterlo en una botella con una gran superficie). Exponer el vino al aire suaviza los taninos y balancea los sabores. Los vinos secos, de cuerpo, suelen mejorar con el decantado, especialmente cuando son jóvenes.

 

Los snobs del vino rechazan la idea de mezclarlos, pero el vino con hielo, mezclado con jugo de frutas, con licores u otras cosas extrañas puede dar bebidas de excelente sabor.

 

Agrega hielo especialmente con los vinos más pesados o dulces. El frío adormila tus papilas sensitivas, disminuyendo la fuerza de algunos vinos (y sus cualidades astringentes).

 

5.- Bebe vinos en diferentes lugares. Tu nivel de confort, los alrededores e incluso la hora del día pueden influenciarte al probar el vino. Igual que muchos disfrutan de una cerveza fría frente a la TV, tal vez la privacidad de tu casa al final del día, una cena romántica, o un evento social con música y buena comida te hagan sentir más aventurero.

 

6.- Haz muchas cosas relacionadas con el vino. Lo más interesante del vino es que no es simplemente una bebida. Hay una gran historia que va de la uva al vaso. Al aprender sobre el vino, crecerá tu apreciación y estarás más receptivo al probar distintas variedades.

 

Fuente: lacapital.com.mx

 

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