En las últimas décadas son muchas las investigaciones biomédicas que reportan los beneficios del café, infusión que goza de la preferencia de muchas personas en todas partes del mundo.
He revisado diversos estudios, noticias y reportes al respecto, y van desde el ponderar "el poder antioxidante del café" o "los beneficios de la cafeína para mejorar la memoria", hasta considerar que "tomar café a diario podría retrasar la muerte". Todo eso suena bien, pero... ¿hasta dónde?
Ahora te invito a imaginar y visualizar. Son las 07.00 a.m. Comienza el día y el cuerpo te pide un café. El olor y el inconfundible sonido de la cafetera te avisan que está listo, te sirves una taza que despide el olor del "aromático grano", la disfrutas y sientes que ya estás en condiciones de emprender un nuevo día. Esta escena es común en muchos hogares del mundo. Al segundo producto más exportado, por detrás del petróleo, sólo le gana el agua en consumo.
A pesar de tratarse de una de las bebidas más difundidas a nivel mundial, hasta no hace mucho tiempo el café era señalado como el factor causal o agravante de una gran cantidad de trastornos. Actualmente, como ya señalé, diversos estudios científicos han establecido de modo fehaciente que el café, dentro de un consumo moderado de dos a tres pequeñas tazas diarias, trae aparejados grandes beneficios para la salud y el bienestar general de las personas, es decir, que con el asunto del café sucede como con otras sustancias o productos: hay que consumirlo en su justa medida. Si se hace sin control, y además se combina con una dieta poco saludable, el resultado puede ser un mayor riesgo de desarrollar enfermedades cardiovasculares, entre otras.
Estos son algunos de los principales beneficios del café para la salud:
• Disminuye la percepción de cansancio; mejora la cognición y la capacidad de memoria.
• Provoca sensaciones subjetivas de bienestar, confianza, motivación, alerta, vigilancia, eficiencia y concentración.
• Es bueno para la digestión.
• Tiene cierta propiedad diurética.
• Ayuda a prevenir enfermedades neurodegenerativas como el Alzheimer y el Parkinson.
• Disminuye el riesgo de enfermedad cardiovascular por los antioxidantes que contiene.
• Disminuye el riesgo de que el hígado enferme.
• Quienes beben café no tendrían más riesgo que el resto de la población de sufrir enfermedades como cardiopatías o cáncer. De hecho, serían menos propensos a desarrollar diabetes tipo 2, que está asociada con la obesidad.
• Otro beneficio deviene de su poder antioxidante, ocupa el sexto lugar de los alimentos con mayor poder para combatir los radicales libres.
• El café puede relacionarse con el seguimiento de programas o dietas para bajar de peso, siempre y cuando se beba sin azúcar, pues no contiene calorías y no causa celulitis. Además, ha sido demostrado que algunas sustancias, como las grasas, son mejor asimiladas por el organismo a partir del consumo frecuente de cafeína.
• Incrementa directamente la capacidad muscular.
• Aporta una cantidad significativa de potasio, el cual es utilizado para regular el equilibrio de agua en nuestro cuerpo.
• Es también un nutriente esencial para la correcta contracción muscular y la función cardíaca.
Tomar café a diario podría retrasar la muerte
Un gran estudio del Instituto Nacional del Cáncer de Estados Unidos, con un considerable número de participantes, demostró que los adultos que consumen tres o más tazas de café al día podrían reducir su riesgo de muerte por causas comunes en un 10 por ciento, en comparación con los que no lo hacen.
El hallazgo se aplica a personas de 50 a 71 años que consumen la bebida con cafeína o descafeinado, y sugiere que beber café se asocia con un descenso en las muertes por enfermedad cardiovascular, enfermedad respiratoria, accidente cerebrovascular, diabetes, infecciones, lesiones y accidentes. Pero el equipo enfatizó que todavía no está claro de qué forma el café podría conferir un beneficio para la salud, y que el estudio no establece una relación causal.
Neal Freedman, autor líder, investigador de la división de epidemiología y genética del cáncer, del Instituto Nacional del Cáncer de Estados Unidos, en Rockville, Maryland, considera que es realmente importante apuntar que este estudio fue solo observacional. "Beber café es solo una de las muchas cosas que la gente puede hacer. El café se asocia con muchas conductas distintas. Así que no sabemos qué otra cosa podría afectar esta asociación", aclaró el Dr. Freedman.
Por ejemplo, los que consumen café tienden a fumar más, una importante causa de muerte. Así que cuando observamos la asociación por primera vez, hallamos que los bebedores de café en realidad se enfrentan a un mayor riesgo de muerte, y solo cuando descontamos el tabaquismo hallamos una relación inversa.
Este estudio apareció en la edición del 17 de mayo de 2012, de la revista New England Journal of Medicine, y se enfocó en los hábitos dietéticos de unos 400 mil hombres y mujeres entre 1995 y 1996. La salud de los participantes se rastreó hasta finales de 2008 o hasta la muerte. Los resultados mostraron que beber café se relaciona con un menor riesgo general de morir de muchos de los problemas de salud pública más graves de hoy en día.
Con estos comentarios no estoy alentando el consumo de café si la gente no lo disfruta, pero todo parece indicar, según las evidencias, que no existe motivo para que las personas sanas reduzcan su consumo para disminuir el riesgo de desarrollar enfermedades crónicas.
El café, si se consume de forma abusiva, tiene efectos perjudiciales. El consumidor habitual y exagerado de cafeína suele tener dificultades para conciliar el sueño; además, sufre de ansiedad y nerviosismo. La cafeína tiene un alto potencial adictivo, o sea que el organismo se acostumbra a la misma y puede llegar a depender de ella para funcionar con normalidad, por lo que insisto en que hay que tener medidas y límites para el consumo de café.
Fuente: radioangulo.cu
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