Todo el mundo sabe cortar una tarta, ¿verdad? No es algo que necesite mucha reflexión, simplemente corta una cuña y coge la porción del tamaño que mas te guste; la forma redonda de la tarta nos facilita este método, pero la verdad es que según los científicos no es el adecuado. Porque es inevitable que al final sobre algo de tarta, ya que siempre preferimos que sobre a que falte y acabamos comprando una grande; lo que queda de la tarta acabará en el frigorífico, donde las partes que han quedado al aire se pondrán duras.
Matemáticas golosas
A partir de aquí, cada vez que cortemos una porción siempre recibiremos una parte seca. En 1906 el matemático (entre otras cosas) Francis Galton tuvo suficiente, y decidió dar con la manera científica de cortar una tarta. El estudio fue publicado en la prestigiosa revista Nature, y desde entonces su método no ha sustituido al tradicional, pero cada vez mas gente lo usa.
Para empezar, debemos cortar la tarta por la mitad, para a continuación hacer otro corte paralelo. Ya tenemos la primera porción, pero mas importante aún, ahora podemos “cerrar” la tarta para que su interior no se seque. Lo curioso llega el segundo día, en el que a lo mejor no queremos una porción tan grande; entonces podemos cortar de nuevo la tarta por la mitad, pero transversalmente al corte anterior. A partir de aquí solo tenemos que ir cortando de la misma manera hasta que la tarta se acabe.
Seguramente mucha gente use este método para cortar no solo tartas sino otro tipo de platos como empanadas o bizcochos, pero no conocía su origen científico. ¿Cómo se tomaría la comunidad científica el estudio de Francis Galton? ¿Habría ganado el premio anti-Nobel? Hay que tener en cuenta que Galton pasó a la historia como uno de los científicos británicos mas influyentes de la Historia, con estudios en todo tipo de campos desde la estadística hasta la psicología, aunque es curioso que esta sea la razón por la que muchos le recordarán.
Fuente: Omicrono.com
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