Joan Roca, Andoni Aduriz y Marcos Morán apadrinan la gala del décimo aniversario de la Academia
La presidenta Cuchita Lluch reivindica en una fiesta en el Palau de les Arts «vender con espíritu ganador» la cocina de la Comunitat
La gastronomía valenciana es grande y libre, pero no una (sino varias e infinitas). Con los años se agiganta y se torna más creativa. Las mejores fiestas se celebran en torno a la mesa con buenos alimentos y mejores vinos, pero también se puede celebrar la excelencia de la cocina. Se puede y se debe. ¿Dónde? En el Palau de les Arts, exactamente, en el restaurante Contrapunto. ¿Por qué? Porque la Academia de Gastronomía de la Comunitat Valenciana (AGCV) cumple 10 años. Toda una década que merece ser reivindicada y la presidenta de la entidad, la incombustible Cuchita Lluch, no dejó pasar ayer esta efeméride a través de una gala a la que acudieron más de 300 personas.
La ceremonia defendió el origen de la Academia, que nació para difundir «nuestros productos, nuestras bodegas, nuestras cocinas y nuestros cocineros tan grandes y tan buenos como los mejores», en palabras de Lluch, y para alentar a «crear cultura gastronómica valenciana».
El discurso de Cuchita Lluch fue emotivo, pero bien aderezado con dosis justas de beligerancia. «Estamos aquí porque creéis en nosotros y entre todos hemos conseguido sentirnos orgullosos de lo nuestro, de esta tierra a la que amamos y donde queremos seguir viviendo y trabajando», resaltó la empresaria valenciana. Para la presidenta de la entidad, la gastronomía es un «motor de la economía de nuestra tierra». Lluch lanzó estas palabras en presencia de los chefs más prestigiosos del país, como Joan Roca, Andoni Luis Aduriz y Marcos Morán. Los tres recibieron un premio, una obra de Santiago Ydánez, de la mano de los chefs valencianos. Aunque estaba prevista su presencia, Eneko Atxa no pudo venir a Valencia.
El cocinero Joan Roca asegura que Valencia está «en el mejor momento de la historia» Los chefs más prestigiosos celebran el X aniversario de la Academia en una ceremonia con más de 300 invitados
La cocina valenciana goza de buena salud y de reconocimiento internacional (ahí están las estrellas Michilin), pero no es suficiente. Lluch instó a «crear cultura gastronómica valenciana con trabajo, esfuerzo y diversión». La presidenta exigió que la cocina valenciana «se venda bien y entre todos» y apeló al «espíritu ganador» para que todos «crean en nosotros y nuestra gastronomía».
Quique Dacosta, Paco Torreblanca, Ricard Camarena, Kiko Moya, Javier Andrés, Manuela Romeralo, Alberto Redrado y José Antonio Navarrete, que forman el comité de expertos de la AGCV, prestaron atención a las palabras de Cuchita Lluch, quien realizó un balance de la primera década de la Academia de Gastronomía de la Comunitat Valenciana.
La entidad nació de la unión de «buenos y valiosos gastrónomos sin más pretensión que el disfrute de nuestras cocinas y la difusión de la gastronomía». Los premios que concede la Academia anualmente, continuó, sentaron «las bases y la filosofía de nuestra relación con los más importantes cocineros de nuestra Comunitat».
«El trabajo que realiza la Academia se lleva a cabo de una manera totalmente altruista, completamente ajena a subvenciones y aportaciones que pudieran condicionar el espíritu de la misma. Esta Academia se mantiene con las aportaciones de sus miembros y la generosidad de la gente que cree en nosotros», defendió Lluch, quien representa a más de 50 académicos.
En la gala del décimo aniversario se entregaron los diplomas de reconocimiento de la junta de la AGCV a los presidentes anteriores de la Academia, Vicente Rodríguez y Ana Portaceli, así como a la actual responsable. A todos los galardonados por la institución durante esta década se otorgó un andarín con cono, creado por Miquel Navarro, como reconocimiento a la labor desarrollada a restaurantes y a profesionales del mundo de la gastronomía.
La ceremonia, presentada por la periodista Silvia Soria, sirvió para que el director general de Turismo, Sebastián Miralles, anunciara el Centro Universitario de Gastronomía y Management Culinario en Castellón, a través de la Universidad Cardenal Herrera CEU.
Los parlamentos de los distinguidos fueron breves y plagados de palabras de agradecimiento. Joan Roca, al recoger su diploma, destacó que Valencia está en «su mejor momento de la historia», algo que también corroboró Rafael Ansón, quien destacó que la Comunitat es «la cuarta autonomía en soles Repsol».
Al escenario también subieron la cocinera Begoña Rodrigo, vencedora de la primera edición de 'Top Chef' y propietaria de La Salita, y el alicantino Joaquín Baeza Rufete, ganador del Mejor Cocinero del Año.
Valencia fue anoche epicentro de la gastronomía española. La fiesta fue posible gracias a la presencia de los ches españoles laureados y también al apoyo de las empresas españolas (Air Nostrum, Hotel Las Arenas, Mercavalencia, Mercaflor, café Lavazza, Escuela de Cocina Altaviana, La Lista, Grupo La Sucursal, entre otras).
Las degustaciones fueron servidas por Manglano, Puro Extrem, Ostraspasion, Clóchina de Valencia, Gamba Roja de Dénia, cocas y croquetas de galera líquida de los restaurantes de Aehtma, mini hamburguesas y longaniza de pascua artesana de Carnicería Aranda, salazones de Vicente Leal, tomate valenciano y hortalizas de la Cooperativa Unipro y arroz de la Tartana.
La tarta por el décimo aniversario de la Academia fue elaborada para la ocasión por Paco Torreblanca. La gala se cerró con la canción 'Cumpleaños feliz'.
Fuente: lasprovincias.es
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