Ángel Conde, Miguel Arenere y Pilar Lacasa fueron homenajeados por su trayectoria ante los fogones.
La segunda edición de Aragón con Gusto ha llegado a su fin pero, en cambio, permanecerán en el recuerdo los gratos momentos que este festival gastronómico ha brindado en torno a una mesa o a la barra de un bar, donde se ha podido disfrutar de lo mejor de la despensa y cocina aragonesas.
No solo eso, sino que a la oferta de menús y tapas que centraba el festival se ha unido un amplio abanico de actividades para divulgar el arte entre fogones de la Comunidad y el elevado nivel de sus productos autóctonos. Así, en estas últimas dos semanas, catas, talleres, actividades infantiles, ‘showcookings’ y un largo etcétera de acciones se han extendido por las tres provincias aragonesas.
En este escaparate culinario no podía faltar el apartado de los reconocimientos que, en esta ocasión, se materializó a través de un acto muy emotivo que tuvo lugar el pasado 28 de octubre en el Museo de Zaragoza. Este escenario sirvió para poner de relieve la histórica trayectoria profesional de tres cocineros aragoneses, uno por cada una de las provincias de la Comunidad.
La elección corrió a cargo de los empresarios hosteleros de Zaragoza, Huesca y Teruel, y el acto fue patrocinado por Freixenet como una forma de reiterar su apoyo constante a los sectores aragoneses de la hostelería y la restauración.
Una vida, una pasión
Luis Vaquer, presidente de Horeca Restaurantes Zaragoza, destacó la figura de Ángel Conde, propietario y chef de El Chalet, en la capital aragonesa, por representar un plus a la hora de mantener el nivel de la restauración de la ciudad. Este cocinero ha recibido numerosos premios y diplomas que avalan su trayectoria profesional, entre los que destaca el de ‘Mejor cocinero de Aragón en el año 2010-2011’.
Por su parte, Juan Ciércoles, máximo representante de la hostelería turolense, recordó que El Rinconcico, en Mora de Rubielos, se había convertido en todo un referente de la restauración de la zona gracias a su responsable, Miguel Arenere, quien en 2012 puso fin a 53 años dedicados a la cocina. No sin antes transmitir su pasión a su hijo Rubén, que es el que ahora está al frente del afamado restaurante.
A continuación llegó el reconocimiento para Pilar Lacasa, que levantó en 1966 El Mesón de Castiello, en la localidad de Castiello de Jaca. Desde Horeca Huesca la eligieron por representar muy bien a los cocineros de los establecimientos familiares oscenses que se distinguen por su comida casera y por ofrecer a los turistas la verdadera esencia culinaria de la provincia. Retirada de los fogones desde hace seis años, son sus hijos los que han tomado las riendas del negocio.
Fuente: heraldo.es
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