El último elemento del que hablaremos de la teoría de los cinco elementos de la filosofía China es el elemento metal. El ciclo de los cinco elementos no se termina en este elemento, pues a partir del mismo se vuelve a generar agua, para comenzar un nuevo ciclo y así sucesivamente. En la naturaleza lo podemos comparar con el ciclo de vida de una planta. La semilla en la tierra invernal estaría en el elemento agua, en la primavera germina y da los primeros brotes hasta producir una flor y sería el elemento madera, la culminación en un fruto se corresponde al elemento fuego, el fruto maduro y la planta adulta sería el elemento tierra y finalmente en el otoño van cayendo las hojas y la planta muere, que sería el elemento metal, pero el fruto maduro cae a la tierra para volver a comenzar el ciclo.
El elemento metal representa el aquietamiento, el adentrarse en sí mismo. En él la energía es limpia. Su estación el otoño, su orientación el oeste. Su órgano el pulmón y su entraña el intestino delgado. Su expresión el exterior en el cuerpo es la piel y los vellos, su sentido el olfato. El color es el blanco, el sabor es el picante y el olor es el cárnico. El sentimiento es el recuerdo fértil que puede transformarse en nostalgia.
El otoño es la estación en donde comienza el aquietamiento, preparando la llegada para el invierno. Es un tiempo para mantener una actitud de armonía, equilibrio y paz, lo que ayuda a disminuir el impacto que tiene en el cuerpo del hombre los rigores del otoño cuando marchitan las plantas y se producen las caídas de las hojas. Los antiguos chinos recomendaban para ese tiempo no dejar volar hacia el exterior los pensamientos e ideas a fin de mantener, conservar y asegurar la función de pureza, limpieza, transparencia y vacío del órgano pulmón.
El sabor que nutre al metal es el picante. Nuestra cultura occidental se mueve predominantemente en los sabores dulces, salados y algo de amargo, pero el picante se usa particularmente en algunos pueblos como en la India, Tailandia y México. En los lugares del planeta donde es necesario que el pulmón esté tonificado (por ser zonas altas) la dosis de picante que se ingiere es importante. En el reino vegetal hay una gran variedad de picantes, los ajíes, guindillas, pimientas, jengibre. Al comer picante se genera calor y energía y es un sabor que tiene otra cualidad: dinamizar los otros sabores, los activa y los mueve.
Los alimentos del metal (pulmón) Son: frutas: ninguna por el sabor y por el color el coco. Frutos secos: ninguno por sabor. Por el color interno almendras, avellanas. Verduras por sabor: berro, ajo, ajíes, pimentones, rábanos, berenjenas, coliflor, endibias, cebollas. Por color: nabos, espárragos blancos, papas, batatas blancas. Legumbres por sabor ninguna, por color: caraotas blancas. Cereal: el arroz. Carnes: de caballo y animales salvajes de pelo. Quesos Roquefort, cabrales, camembert, burgos, cabra. Bebidas por el color: leche. Clara de huevos por el color. Pescado blancos por el color.
 |  |
Para cerrar este ciclo de cinco artículos comentar que la tradición China contempla el uso de diversos alimentos según el ritmo estacional que proporciona nuestro planeta. Esto ya lo vienen haciendo desde hace tiempo muchos cocineros conscientes de que la comida más sana y más fresca es la que se produce en cada estación. Por ello es necesario conocer qué alimentos nos da la tierra en cada época del año y procurar consumirlos en su mejor momento. Consumir un alimento fuera de la estación a la que corresponde su crecimiento natural supone comer un producto conservado, sujeto a manipulación, a congelamientos. Es importante buscar alimentos y productos de la zona donde uno habita para sintonizarse con la energía de la tierra en ese momento a través de lo que se come. Esto ya lo sabían antiguas tradiciones. Ahora tiene nombres como “cocina local,” “cocina cero kilómetro “, etc. A modo personal pienso que los cocineros contemporáneos se nutrirían muchísimo indagando en estas culturas milenarias y sobre todo se sorprenderían al descubrir que muchas de las actuales “novedades” ya formaban parte de los conocimientos y preceptos de los hombres de la antigüedad.
Valentina Inglessis
Fuente consultada.
Tratado de Sanación en el Arte del Soplo. J.L Padilla Corral. Escuela Nei Jing. Pozo Amargo, Cuenca. TIAN, 1999.
No hay comentarios. :
Publicar un comentario