En algunos supermercados, una botella de tinto puede conseguirse a menos de un dólar, mientras que la de blanco se vende a menos de u$s2,50
Australia, uno de los principales países productores de vino fuera de Europa, vive en las góndolas de sus supermercados una situación paradójica.
En muchos de estos comercios se encuentran vinos más baratos que el agua embotellada. Algunas marcas de tinto llegan a costar apenas un dólar australiano (u$s0,82), y la etiqueta más popular de vino blanco se vende a 2,44 dólares.
En tanto, una botella de agua mineral de 350ml cotiza a u$s2,04. "En efecto, encontrará un vino que es más barato que una botella de agua", le confirmó a la BBC el profesor Kym Anderson, del Centro de Investigaciones Económicas del Vino de Adelaida.
Según indicó el experto, los precios en todos los rubros en ese país se han visto afectados por las recientes tasas de cambio de divisas, la caída de la demanda internacional y un exceso de productos en el mercado interno.
El alza del valor del dólar australiano frente al estadounidense entre principios de 2011 y 2013 tuvo dos impactos en la industria del vino, señaló Paul Evans, director ejecutivo de la Federación de Productores de Vino de Australia (WFA, por sus siglas en inglés). "Una gran parte del volumen que exportábamos a ultramar regresó al mercado doméstico, a raíz de que cayó la demanda internacional de nuestro vino", afirmó.
La situación cambiaria resultó además un incentivo para las importaciones, por lo que en la WFA notan un incremento en las ventas de vinos importados en Australia.
Otro de los factores que contribuye al bajo precio es el impuesto al alcohol. "En Australia hay un régimen en el que el vino y la sidra tienen impuestos diferentes", explicó a la BBC Robin Room, un investigador que dirige el Turning Point Alcohol and Drug Centre de Melbourne.
"A las bebidas se les carga el impuesto de acuerdo al valor de venta del producto, en lugar de por la cantidad de alcohol que tienen", explicó. Esto implica que si el vino se vende barato, el impuesto es muy bajo también. "Aquellos que hacen el producto caro pagan un impuesto mayor por él", informó el investigador, que asegura que la situación genera una división dentro de la propia industria. También vaticina que un impuesto más alto podría contribuir a una disminución de problemas de salud por consumo de alcohol en Australia.
A esto se suma el duopolio que mantienen sobre la venta de vino dos grandes cadenas de supermercados, Woolworths y Coles. Entre ambas empresas controlan más del 70% de la comercialización.
"Hay un desajuste considerable entre el poder de los minoristas en el mercado y el de los productores de vino, lo que afecta de forma negativa a la industria en su totalidad", dijo Evans, y añadió: "Se refleja en el margen de beneficios de los productores de uva, que cae en picada".
Otros dicen que el duopolio está ayudando a los enólogos a superar un momento difícil en el mercado. Un pequeño viticultor de Canberra aseguró a la BBC que algunos minoristas como Dan Murphy, propiedad de Woolworths, son realmente buenos comerciantes y que "definitivamente están ayudando a algunos productores con su sobreoferta".
"Se supone que debemos reducir la producción de vino en un 10%", señaló al explicar algunas de las medidas que se plantean para reducir el exceso de vino en Australia. "Pero nadie quiere hacer eso. Y yo no lo haré. Solo quienes no entienden el escenario se quejan del duopolio al por menor", aseguró.
Entonces, ¿cómo se resuelve la situación de la industria? La WFA asegura que la situación no es sostenible y que están trabajando con el gobierno para ayudar a corregirlo. "Actualmente se está experimentando una devaluación del valor de la marca que muchos enólogos australianos han ayudado a construir por mucho tiempo", explicó Evans.
No obstante, este experto considera que, para el largo plazo, lo importante es "acabar con el mito entre la calidad del vino y el precio que se está pagando por él".
Fuente: iprofesional.com
No hay comentarios. :
Publicar un comentario