Por una cuestión de usos y costumbres siempre se dijo que el moscato dulce es el vino de misa, y si bien mucho tiene de cierto, en la práctica puede utilizarse cualquier vino -blanco o tinto-, que conserve su genuinidad.
Uno de los símbolos en las celebraciones litúrgicas es el vino, cualquiera que sea "puro de uva", pero la realidad indica que por tradición -más que nada-, se usa moscato dulce para representar la sangre de Cristo, aunque este vino es amarillo dorado. Sin duda que el contenido de azúcar natural del fruto es lo que lo convierte en algo más apetitoso para cualquier momento del día, aunque se puede usar tinto o blanco seco siempre que no contenga agregados extras a su elaboración genuina.
Foto Flickr: Site Marca
Desde hace varios años y apelando a esta costumbre es que la Bodega Bórbore presenta su moscato "La Quebrada" con la leyenda "Apto para misa", en su contraetiqueta, teniendo en cuenta que no contienen más agregados que los que permite la iglesia (ver info) para esta celebración.
También el Instituto Nacional de Vitivinicultura se sumó a este especie de costumbre con una categoría de "Vinos de Misa", que son precisamente los generosos.
El moscato es un vino licoroso o generoso porque se hace con una base de mosto que se fermenta hasta cierta cantidad de grados de alcohol y luego se alcoholiza para alcanzar más graduación y así quedan los restos naturales de azúcar de uva. En el caso de Bodega Bórbore, es elaborado con uvas moscatel, tiene aproximadamente 16 grados de alcohol y unos 100 gramos de azúcar por litro, según indicó el enólogo Abel Chiconi.
Este producto no sólo tiene aceptación en las parroquias sino también en Buenos Aires donde aún conservan la costumbre de acompañarlo con pizza, y si es bien helado mejor. Es un vino de amarillo dorado intenso que en nariz se vuelve más atractivo por su aromas florales y amoscatelados, entremezclados con miel. En boca es untuoso y robusto debido a su contenido de alcohol.
Es que el moscato, más allá de lo litúrgico, es muy usado para acompañar comidas o postres, y ni hablar de la costumbre de los abuelos de beber una pequeña copa luego de las principales comidas "para ayudar a la digestión". Una buena idea para reemplazarlo por un postre. También su uso en repostería es muy importante por el alto contenido de azúcar.
Juan Diapolo, de la Bodega artesanal "El Milagro" en Albardón, es conocido por su relación con la Iglesia, y no precisamente por los vinos, sino por la cantidad de esculturas realizadas en piedra para diferentes parroquias. Claro que eso le sirvió de detonante para regalar a varias parroquias su Cabernet Sauvignon para celebrar las misas. "Es que puede ser celebrada con cualquier vino, sólo que por costumbre se usa el moscato. Yo no puedo hacerlo porque las bodegas artesanales no podemos manipular alcohol, por eso regalo vino genuino para las misas. Se usa el moscato que al ser dulce es más aceptable que uno seco si la misa es a la 7 de la mañana, por citar un ejemplo", explica Diapolo.
Myriam Pérez - DIARIO DE CUYO
No hay comentarios. :
Publicar un comentario