Como si de un invento nuevo se tratara, la rueda ha vuelto a ponerse de moda y, dispuesta a ratificar que ha sido uno de los mejores descubrimientos de la historia, se ha propuesto también revolucionar el mundo gastronómico.
No, señores, no les estoy augurando neumáticos entre las viandas del futuro - el caucho no debe ser muy agradable para el paladar-, sino que les hablo de un concepto nuevo de gastronomía que cada vez está más en boga: los food trucks. Cocinas ambulantes, al más puro estilo neoyorkino, lo más callejero en esencia, ambulantes, canallas y portátiles, estos camioncitos perfectamente equipados están deseando dar mucho que hablar en los próximos meses y cada vez son más las marcas que se suben a este movimiento bajo nombres low cost.
Las caravanas, al más puro estilo Chef (la película), pueden encontrarse tanto solas presidiendo algún evento significante dado que las alquilan para bodas, banquetes y otras fiestas o en congregaciones específicas como las recientes citas que han tenido lugar en pleno corazón financiero de la capital durante los fines de semana bajo el nombre de MadrEAT Street Food Market. El concepto es claro: comida rápida pero bien hecha a precios comedidos en mitad de la calle, algunas mesas al aire libre o los propios bancos del parque para sentarse a degustar, largas colas y un ambiente desenfadado pero no apto para todos los públicos; recuerden, aquí no se ha venido a estar cómodos.
En la iniciativa ya figuran nombres importantes como TriCiclo, Kena, Sudestada, Cervezas La Virgen, Arzábal o La Finca, aunque se pueden encontrar también puestos exclusivos de bocatas de calamares, tacos mexicanos, comida hindú, sándwiches de autor, cookies americanas, vermuts, pizzas, hamburguesas, croquetas, perritos o tortillas entre otros.
Aunque si lo que quieren es sorprender a todos en una fiesta y llevarse su propio food truck, échenle un vistazo a la página web www.foodtruckya.com donde podrán localizar las disponibles en cada comunidad autónoma y personalizar su evento de una forma muy divertida.
Ya lo ven, ¡abróchense los cinturones que vienen curvas!
CLARA P. VILLALÓN
Fuente: Diario El Montañés
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