El Gourmet Urbano: Paco Roncero ofrece el menú más caro del mundo #España

lunes, 31 de agosto de 2015

Paco Roncero ofrece el menú más caro del mundo #España

Cuesta 1.650 euros, es una mezcla de alta gastronomía y show en tres dimensiones, liderado por el chef Paco Roncero y un equipo de 25 personas

El menú más caro del mundo no se sirve en platos. Se consume en 12 escenas. Vale 1.500 euros más IVA (1.650 euros) y es una combinación de alta gastronomía y espectáculo en tres dimensiones. "Cuando lo expliquen nadie les va a creer", comenta la maestra de ceremonias, una guapa ibicenca, a los 12 comensales que llenan la única mesa de Sublimotion, en el Hard Rock Café de Eivissa, en la playa d'en Bossa. Allí conviven al lado del mar el low cost de los apartamentos para hoolligans con los hoteles de cinco estrellas donde actúan los mejores dj mundiales y acuden las celebridades y el universo del lujo y el dinero.

El fondo marino, una de las escenas del menú que se sirve en Eivissa LVD


La entrada no es de restaurante. Ni un logotipo que indique cuál es la puerta de acceso. Parece la parte de atrás del hotel. La sala, de siete metros de altura, da la sensación de ser más un plató de un programa de televisión que un restaurante. En 70 m2, una sola mesa rectangular de cinco metros por 1,30 y diversos mundos que van apareciendo en todas las paredes, recreando el pasado y el futuro, en 360 grados. "No somos un restaurante, somos el primer espectáculo gastronómico real", asegura Eduardo Gonzales, director de Sublimotion y socio de Paco Roncero, el reputado chef de la cocina de vanguardia española, con dos estrellas Michelin, que ideó junto a los responsables de Vega-Factory esta combinación de show y gastronomía. El grupo Palladium, de la familia Matutes, se hizo cargo de la inversión.

Sólo hay una mesa de 12 comensales y un turno que comienza a las 20.30. Si existe mucha demanda hay otro a las 24.00, pero no se utiliza habitualmente. La gente reserva indistintamente. "Hay de todo, alguna vez hemos tenido seis parejas distintas, en otras grupos de cuatro, gente que viene sola o alguien que ha comprado toda la mesa", dice Gonzales. El famoso dj sueco Avicii pagó por doce, pero sólo cenaron dos personas. Un futbolista español del United pidió en matrimonio a su novia en Sublimotion, mientras sus amigos lloraban emocionados, y esta semana ha pasado Aitor Ocio, ex jugador del Athletic, y tenía previsto acudir Alejandro Sanz, el cantante que dio un concierto el lunes en Ibiza. En agosto es habitual llenar, aunque hay días en los que no se han llegado a ocupar las doce plazas en el año que lleva abierto.

La experiencia se inicia en otro restaurante, en Estado Puro, también de Paco Roncero, en el Hard Rock, donde se cita a los clientes para que se conozcan. De allí sale un desfile de apenas tres minutos de varios Range Rover que los llevan hasta Sublimotion, donde trabajan 25 personas, ocho de ellos cocineros. Cruzada la puerta se encuentran con la recreación de una recepción de un motel de EE.UU. tipo ruta 66, con un sobre para cada cliente con los tickets que son consumibles y unos chupitos para entrar en el mundo de las "sensaciones gastronómicas".

Los perfiles son tan diversos como la isla. Pero los que más acuden son europeos, rusos, árabes y norteamericanos. "Tuvimos un día media mesa de gente de Los Ángeles y la otra media de Nueva York", comenta José Berrocoso, director del Hard Rock. Lo más laborioso de elaborar es la comida de la escena de la huerta. Félix Herrero, el jefe de cocina dice que tardan una hora y media. "Si empezáramos de cero tardaríamos alrededor de seis horas en elaborar toda la cena". La escena de la huerta recrea la Toscana italiana y comienza con la música de El Padrino, mientras la mesa se convierte en un césped artificial. En cada una de las escenas no sólo hay música e imágenes sino que además se incluyen los olores, como el del mar o hasta el de marihuana.

Tras tres horas de experiencias gastronómicas y show, los comensales salen a una gran terraza cerca del mar para tomar el último cóctel antes de que los chóferes los lleven donde quieran. Si salieran andando, a apenas 200 metros se encontrarían con apartamentos a 27 euros la noche y menús por debajo de los 9 euros que también provocan emociones, pero de otra índole.

Santi Nolla

Fuente: La Vanguardia

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