Como todos los productos de Transformando, las cervezas Bandolera son elaboradas de forma respetuosa con los valores de la sostenibilidad social y ambiental
Tomarse una cerveza en buena compañía suele ser una experiencia más que agradable. Si además resulta que dicha cerveza ha sido creada por una cooperativa emblemática del ámbito de la economía social, mejor que mejor. Este es el caso de la cerveza Bandolera, el nuevo producto de Transformando, una de las entidades impulsoras del Mercao Social de Córdoba.
Como explica a Noticias Positivas Javier Bajo, responsable del departamento comercial de Transformando: “Pensamos que era interesante plantear una vuelta a lo que se hacía antaño, y un buen ejemplo de cómo se hacían las cosas antes es la cerveza artesanal. Eso sí, queríamos una cerveza que no se convirtiera en un producto de lujo, como está sucediendo con otras cervezas artesanales. La idea es siempre ser lo más accesible que podamos para la gente, nuestro objetivo no es competir con la cerveza comercial”.
Como todos los productos de Transformando, las cervezas Bandolera son elaboradas de forma respetuosa con los valores de la sostenibilidad social y ambiental. Filosofía que se extiende no solo a su proceso de fabricación, sino también a la forma de comercialización. “Estamos abiertos a venderle a todo el mundo, pero primamos aquellos proyectos que nos parecen más importantes por su implicación social. Es decir, nuestro objetivo no es vender en grandes almacenes, sino en tiendas de barrio”, añade Bajo.
De hecho, el primer punto de venta de la cerveza Bandolera en Córdoba ha sido La Tejedora, espacio que da acogida a los proyectos e iniciativas del Mercao Social de Córdoba. Se trata de la versión cordobesa del Mercado Social, que promueve en los diferentes territorios del estado la Red de Economía Alternativa y Solidaria (REAS).
La Bandolera cuenta con tres variedades diferentes de cerveza: la Bandolera Sierra Morena, una cerveza rubia de alta fermentación tipo Blonde-Ale, orientada a la malta e influida por lúpulos de procedencia nacional; la Bandolera Jauja, algo más amarga que la Sierra Morena; y la Bandolera Ronda, de trigo.
Las tres tienen en común que son productos libres de transgénicos y que se elaboran de forma natural. “No añadimos carbónicos ni agua. Respetamos la fermentación natural de la cerveza. Tanto la primera fermentación, que se produce en cubos de fermentación grandes, como la segunda fermentación que tiene lugar dentro de la botella”, destaca Bajo.
Gracias a esta manera de trabajar, se consigue un producto fiel al espíritu de la cerveza artesanal de toda la vida. Obtenida con el oficio del maestro cervecero que sabe que deben respetarse escrupulosamente los tiempos que nos marca la naturaleza. Al fin y al cabo, todo lo que merece la pena lleva su tiempo. Por eso nadie quiere acabarse rápido una buena cerveza.
Fuente: La Gran Época
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