Sara Cantón puso en marcha hace un año la única panadería-pastelería de la provincia que solo elabora productos sin gluten. Así hace feliz a celíacos y gente con otros trastornos alimentarios
¿Cómo convertir un problema no solo en una solución, sino también en una forma de ganarse la vida? Pues de esto algo sabe Sara Cantón. La joven leonesa confiesa que desde niña sufrió un montón de problemas de alergias y que siempre le gustó la repostería como afición. Ya metidos en harina, y coincidiendo con que se quedó sin trabajo, le dio vueltas a un proyecto en el que llevaba tiempo pensando y más de un año preparando y haciendo pruebas. «Yo tengo intolerancia al gluten, a la proteína de leche y sobre todo al azúcar. Como es imposible encontrar alimentos que encajen con las tres cosas, si voy al supermercado, de todo lo que hay a lo mejor puedo coger, como mucho, un paquete de galletas. Como me costaba muchísimo encontrar productos que yo pudiera comer, empecé por ahí. Ya practicaba en casa para mí, probando recetas. Luego hice algunos cursos y me lancé con este proyecto, viendo que además había un gran vacío».
La leonesa Sara Cantón, en su establecimiento donde cada día elabora productos frescos en el obrador .
Aunque ella procede del ambiente del arte, en concreto del sector del diseño gráfico, no tuvo problema en introducir su creatividad en un horno y ponerse con las manos en la masa. Así nació Pan Para Todos, que justo ahora cumple un año haciendo felices a cientos de personas que acuden desde los cuatro puntos cardinales de la ciudad para llenar la despensa con sus productos dulces y salados.Y es que según explica, en el mercado hay cada vez más productos sin gluten, aptos para celíacos, pero no sin un montón de ingredientes más que son fuente de intolerancias alimentarias para miles de personas. «Por eso aquí, además de elaborar todo sin gluten, en un 90 por ciento de la materia prima también prescindimos de las proteínas de la leche. Por ejemplo, utilizamos margarina en vez de mantequilla y nada de procedencia animal, son todo leches vegetales, de arroz o de soja».
En su primer negocio propio, Sara, que lleva en Vigo 8 años, constata cada día que la gente que tiene tantos problemas con la alimentación, cuando atraviesa las puertas de su local ubicado en el corazón de As Travesas (calle Manolo Martínez, 15), se les abre un mundo nuevo. «Cuando te piden algo y les contestas: sí, sin problema, alucinan, no se lo pueden creer». En su tienda no solo los celíacos sienten que han encontrado su Shangri-La. También los diabéticos, los alérgicos a la lactosa, los veganos o simplemente, los que quieren comer más sano. «No hacemos de todo todos los días, pero siempre tenemos algo para cada uno. Algo que no tenga azúcar, algo que no lleve huevo o que no tenga gluten», explica, y añade que han fidelizado clientela que llegó hasta ellos buscando una solución para un cumpleaños infantil con algún niño celíaco invitado.
Como es la única tienda especializada de la provincia, trabajan mucho por encargo y los reciben tanto de Vigo (particulares y restaurantes o herboristerías), como de otros lugares de España a los que mandan envíos.
«Todo lo fabricamos cada día en nuestro obrador, que arranca a las 5 de la mañana. Funcionamos como una panadería de toda la vida y eso es lo que pretendemos. Como reza nuestro nombre, queremos que haya pan para todos y que personas con este problema puedan llevar una vida normal, como una pequeña clienta que tenemos, que acude con su madre, feliz, a la que llama ?su? panadería».
Las complicaciones que tienen otras con la contaminación cruzada no existe en esta. «Al ser todo sin gluten no hay problema», afirma. El otro problema es el precio, porque las harinas especiales son más caras, «pero tratamos de subsanarlo ajustando precios al máximo», asegura.
Fuente: La Voz de Galicia
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