El Gourmet Urbano: Levantera, el trago más especial

viernes, 11 de diciembre de 2015

Levantera, el trago más especial

Algeciras se apunta a la moda de la cerveza de autor y consolida un producto hecho para la comarca que ha vivido un gran crecimiento en su primer año de vida

Cuenta la historia que allá por el siglo XVII y, sobre todo, el XVIII, Algeciras adquirió cierta fama porque en sus tierras se cultivaban viñedos que daban caldos de excelente calidad, hasta el punto de que se exportaban por mar a Flandes, Inglaterra, Francia y muchas partes de España. Esa pujante actividad vitivinícola se vio impulsada por la excelencia de unos vinos que se extraían de vides a las que concedía cierta peculiaridad el azote de los vientos. Se dice que las llamaban especiales. Ahora, tres siglos después no quedan vinos, pero su lugar lo ocupa una cerveza artesana que ahora -hace justo un año- fue bautizada precisamente con el nombre que aquí se le da a ese característico viento del este que sopla con especial virulencia el día que tienes decidido ir a la playa. Levantera es una cerveza de autor, con firma algecireña, especial como el apelativo de la gente a la que va dirigida pero también con una clara vocación comarcal. 



La rúbrica se la pone Manuel Martín, un empresario de la distribución de vinos que apreció el auge de las cervezas artesanas y quiso poner en marcha una de la tierra con la que la comarca se identificara. Una cerveza de aquí, para la gente de aquí. Se puede decir que está en el camino correcto. Un año después de emprender el complicado reto, Levantera se puede comprar o tomar en unos cincuenta establecimientos. Su impulsor, el propietario de la receta, va a establecer la fábrica en la comarca (ahora tiene que hacerla en la provincia de Sevilla, 1.000 litros, 3.000 botellines, cada vez) y pretende seguir implantándose con nuevos tipos -ahora existe la rubia, la tostada y la negra, pero hay en proyecto, por ejemplo, una mejicana- y más puntos de venta. Ahora puede encontrarse en Algeciras, La Línea, Los Barrios, la Estación de San Roque, Palmones, Guadacorte, tarifa, Sotogrande y el casco de San Roque.

Manuel Martín se ocupaba (y se ocupa) de la distribución de vinos en la comarca y hace unos años se percató del incipiente auge del gin tonic. Empezó a vender en la comarca las ginebras premium hasta que el mercado vivió una explosión sin igual y la competencia creció hasta superarle. Cuando se dio cuenta del interés que empezaban a despertar las cervezas artesanas se dijo que no caería en el mismo error. No serviría de nada empezar a traer otras marcas para que cuando el mercado creciera volviera a quedarse atrás. Entonces se le ocurrió. "Si la receta y la marca es mía, nadie me la puede quitar", pensó. Y dicho y hecho. Con la ayuda de un maestro cervecero y la ventaja que le otorgan sus años de experiencias y sus contactos con la hostelería ideó Levantera. Una cerveza para la comarca que ha tenido una excelente acogida, aunque Martín espera que todavía arraigue más en la gente, que apuesten más por un producto local que busca la excelencia y que está en constante evolución. Porque una de las virtudes de este tipo de cervezas es su versatilidad. Hay infinidad de sabores, de colores, de aromas que varían durante la preparación y que provocan que los aficionados se hayan convertido en auténticos cazadores de joyas. El factor sorpresam frente al sabor estándar de las cervezas industriales de toda la vida.

La cerveza de la comarca contiene agua, levadura, cebada, lúpulo y punto. Es decir, no tiene aditivos, está sin pasteurizar y sin carbónico añadido, le basta con el que surge de la segunda fermentación en botella, lo que deriva en un producto completamente natural. La fermentación en botella hace que pueda contener a veces una turbidez o sedimento natural.

Primero fue la rubia, más fresca, menos densa, con el que busca que el cliente acostumbre el paladar a este tipo de bebida, al que en España se está poco amoldando hasta el punto de que muchos expertos aventuran que acabará por sustituir a las otras bebidas alcohólicas. Que la hermana pobre del vino dejará de serlo.

El boom comenzó en EEUU, donde donde ocho de cada cien cervezas son artesanas. De allí pasó a Europa y de ahí empieza a entrar en España con enorme fuerza. Ya hay más de 150 marcas en el país, donde no hay regulación específica alguna, salvo los controles sanitarios a los que se somete cualquier bebida que se comercializa. En España la cerveza se hizo la reina allá por 1987, pero el consumidor está acostumbrado a una bebida estándar, menos densa, más refrescante, más asequible que las artesanas, q¡ue no acaban de quitarse la vitola de producto de gourmet.

La rubia de Levantera es el producto puente hacia la estrella de la casa: la tostada. De ahí a la negra, con una especie de doble tostado que la hace menos densa que las habituales industriales de las grandes marcas. El botellín cuesta dos euros y se puede comprar una caja de doce con un ahorro del 20%. Existe una edición especial de conmemoración del centenario del Algeciras Club de Fútbol que es posible que se convierta en una de las modalidades de la casa. Es un modo de buscar la empatía de un público que la conoció sobre todo en las redes sociales pero ya empieza a solicitarla en los bares y restaurantes. Es la Levantera, que parece que no va a parar.

QUINO LÓPEZ ALGECIRAS

Fuente: EuropaSur

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