El mundo de la cerveza, portada
Todo ello, gracias a lo que yo considero como la “biblia” Heineken sobre la materia, un librito corto, pero lleno de sustancia acerca de una bebida que llevamos consumiendo los humanos desde hace cinco mil años, año arriba, año abajo.
En España se popularizó a partir del Siglo XVI, cuando Carlos V se retiró a descansar al monasterio extremeño de Yuste trayéndose consigo a sus maestros cerveceros para que no le faltara “de ná”.
El libreto de esta que podríamos considerar opereta del lúpulo lleva por título “El mundo de las cervezas”, a cargo de Carlos Inaraja González y Javier Soriano Perdigón, que nos describen sus “diez mandamientos” benefactores de su consumo, para alegría de feligreses convictos y confesos, entre los que me encuentro.
Sin más, lean con atención lo bueno que resulta beber cerveza, según los expertos en la materia. Y si de paso consiguen ligar entre trago y trago, eso ya debe ser el sumun:
1. El consumo moderado de cerveza aumenta los niveles de colesterol bueno en hombres y mujeres y retrasa la aparición de la menopausia.
2. Los polifenoles de la cerveza son antioxidantes naturales que reducen los fenómenos responsables del envejecimiento del organismo.
3. La cerveza, por su contenido en ácido silícico, se considera que tiene un factor de protección frene a la enfermedad de Alzheimer.
4. El lúpulo de la cerveza disminuye los niveles de triglicéridos, colesterol total y el colesterol malo, con lo que se reduce el riesgo de enfermedades cardiovasculares.
5. La cerveza contiene fibra dietética, que favorece la salud intestinal al disminuir el ph en el colon, disminuyendo la incidencia del cáncer de colon.
6. El consumo moderado de cerveza aporta alrededor del 10% de las necesidades diarias de ácido fólico, que es una vitamina que ayuda a prevenir los defectos de la médula espinal del recién nacido, así como la disminución de un nuevo factor de riesgo cardiovascular, la homocisteína.
7. La cerveza tiene muy bajo contenido en sodio, lo que la hace ideal para dietas hiposódicas y por su capacidad de aumentar la diuresis.
8. La cerveza no engorda según la tabla comparativa de calorías por 100ml de cada producto, y sí ayuda a calmar la sed, siendo una de las bebidas más refrescantes que existen. Además, la cerveza sin alcohol aporta azúcares sencillos de rápida metabolización para recuperar la energía después del ejercicio físico.
9. El consumo moderado de cerveza disminuye la excitabilidad y facilita la relajación, mejora el humor y la cordialidad en las personas por la combinación de etanol, componentes del lúpulo y componentes fenólicos. Es recomendada para personas con tendencia a padecer hipertensión.
10. La cerveza aporta vitaminas del grupo B, importantes para el equilibrio nervioso del organismo, además de otras vitaminas como la A, D y E en menor proporción.
Fuente: Periodistas - España
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