"Ponme una caña". Cuántas veces habremos oído esa mítica frase en el bar. Beer, bier, bière o birra. Da igual dónde se esté o con quién, su presencia anima las tardes con amigos, consuela a los solitarios que liberan sus penas en la barra o se convierte en el acompañante perfecto del partido.
Imagen: Storm Brewing
Las hay de muchos tamaños, clases y colores, pero en un vaso congelado todas entran igual de bien. Este capricho acompañado de una buena tapa es algo que ni las más estrictas dietas pueden quitar. La cerveza, ese líquido del cielo que logró cautivar a los pueblos elamitas, egipcios y sumerios de antaño, ahora seduce de la misma forma que miles de años atrás. Y tanto es así que cada día se renuevan con el fin de lograr nuevos matices con los que sorprender nuestros paladares.
El problema es que no todos los amantes cerveceros están preparados para asumir el gasto económico que estos experimentos conllevan. Y es que una de las pruebas ha dado a luz al botellín de cerveza más caro de Canadá, el Glacial Mammoth Extinction, un ejemplar único en su especie.
Para su elaboración es necesario un proceso de congelación a -30 grados realizado en dos etapas durante un período de un mes. Como resultado se obtiene un sabor fuerte y amargo del que, posteriormente, separan la parte dulce y alcohólica del hielo de glaciar que queda en el tanque. El último paso consiste en envejecer esa última solución en barricas de roble francés durante dos años. De esta forma se obtiene una rica, compleja y viscosa bebida de malta 100% natural y pura.
La receta de este elixir debe su magia al científico James Walton, más conocido como el ?científico loco? de las cervezas de West Vancouver -distrito de la provincia canadiense de Columbia Británica-, donde se encuentra la casa Storm Brewing, de la que es dueño y en cuyas paredes se engendra un brebaje para la élite.
Solo 10 botellas de un litro fueron diseñadas para recoger dicha poción. Pero no con un vidrio cualquiera, sino con uno soplado a mano por la compañía Terminal City Glass Co-op. Además ha sido adornado con colmillos de marfil prehistórico de mamut estimado en 35 mil años de antigüedad, con los que el escultor local Richard Marcus ha tenido el honor de trabajar. Esta reliquia se complementa a su vez con un broche de oro de 14K, que pone la guinda al magnífico pastel que conforma esta creación.
Desde el cinco de diciembre estos ejemplares de 25% de contenido alcohólico -frente al 11% habitual- pueden obtenerse por nada menos que 915 euros. Por suerte, los que lleguen tarde a estas 10 obras maestras todavía podrán degustarla en sus bowlers de un litro por 73 euros.
Storm Brewing
Durante más de veinte años, el equipo de Storm Brewing y su cerebro creador, James Walton, han compartido en Vancouver su pasión por la malta artesanal y la innovación de sus productos. Su dueño ya es aclamado como uno de los pioneros de la cerveza por muchos comercios y medios de comunicación. Orgulloso así de haberse convertido en uno de los primeros fabricantes de cerveza de América del Norte en producir cerveza amarga.
Fuente: El Economista - España
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