La cervecería Starkenberger ofrece este servicio que no es "bebible", sino que actúa como un agente con múltiples beneficios para la piel y la salud en general.
Zambullirse y nadar en la piscina es quizá uno de los panoramas favoritos de todas las personas, especialmente en los días de calor. Pero, ¿qué dirías si te contamos que existe una piscina que en vez de agua tiene cerveza en su interior? No es un sueño ni una fantasía, es pura realidad y se encuentra ubicada en Austria.
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Se trata de la cervecería Starkenberger, un tradicional lugar de encuentro ubicado en el oste del país y que hace poco inauguró la primera piscina de cerveza hasta ahora conocida.
Para los que ya van teniendo sed, les contamos que este pasatiempo no busca contribuir al "emborrachamiento", muy por el contrario. La idea es que las personas, al introducirse en la piscina, reciban todos los beneficios de esta bebida alcohólica rica en fósforo que, por ejemplo, ayuda a conservar la salud de los huesos cuando se padece insuficiencia renal crónica.
¿Entusiasmado? La piscina funciona así: La sesión es para un máximo de cuatro personas quienes, un periodo de 30 a 60 minutos, se introducen en el líquido mientras disfrutan de una bebida o alguna de las cervezas que ofrece Starkenberger.
El resultado del tratamiento es una piel suave e hidratada, además de mejoras en la circulación sanguínea.
"Lo que es especialmente reconfortante es el olor de la cerveza, es fuerte y está en todos lados. Estar aquí es como ir al sauna", asegura uno de los clientes que probó la "terapia".
Los anfitriones recomiendan no ducharse luego de bañarse en la piscina y dejar que el líquido siga en el cuerpo, por tener nutrientes.
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