Me voy a centrar en daros algunos consejitos para que tengáis la mente más receptiva para tomar nuevas infusiones.
Normalmente tenemos la costumbre de tomar siempre las mismas infusiones… como por ejemplo manzanilla, tila, menta-poleo… ¿Pero sabéis que existe una gama enorme que nos aportan otras muchas propiedades beneficiosas para nuestro cuerpo?
¡Aquí van mis consejos!
1 Prueba nuevos momentos
Y es que cualquier momento es bueno para tomar una infusión, no solo cuando nos encontramos mal, necesitamos hacer la digestión o estamos nerviosos.
Son un tipo de bebidas sanas y reconfortantes, que se pueden tomar tanto en verano como en invierno, económicas y que nos ofrecen una gran variedad de aromas y gustos.
2 ¡Atrévete a probar nuevos aromas!
Ya pueden ser infusiones simples, con una sola especie que te harán disfrutar del aroma concreto de esa especie o variedad.
O si prefieres hacer mezclas para jugar con los sabores… resulta una experiencia más aromáticamente compleja llegar al equilibrio con la mezcla de distintas plantas.
3 Busca infusiones de calidad
Lo más importante es saber que si no tiene aroma no será de buena calidad. Eso es debido a que las infusiones contienen una gran cantidad de aceites esenciales que a medida que pasa el tiempo se van perdiendo, por eso, es importante intentar que sean frescas, pero la verdad que no todos podemos autoabastecernos por temas de espacio o porque simplemente tampoco tenemos el tiempo necesarios para poder cuidar de nuestras plantitas, pero siempre… ¡hay soluciones para todo! Así que puedes optar por comprar las que se hayan recolectado hace poco o que se encuentren cerquita tuyo.
4 ¡Muy importante! Infusiona correctamente
No todo el mundo sigue unas buenas pautas para hacer una correcta infusión, es muy común ver como muchos (yo me incluyo) hervimos el agua a borbotones con las hierbas dentro porque nos pensamos que así va a tener mucho más aroma y que tendrá más propiedades pero ¡¡¡¡¡¡ERROR!!!!!! Las infusiones tienen mucho más aroma cuando:
Usamos agua sin cloro o filtrada. Un agua muy clorada te puede llegar a estropear la infusión o ¿no habéis notado nunca que os pedís una infusión y tiene como un cierto toque salado? ¡A eso sí que se le llama estropear una infusión!
Consumimos una buena dosis. Lo más correcto es entre 5 a 2 g por planta seca
Empleamos una temperatura de infusión sobre los 98°C
Y aplicamos un tiempo de infusión entre 4 y 5 minutos
5 Y bueno… siempre se está bien solo pero ¿un poco de compañía no va mal de vez en cuando no?
Hay otras opciones para darle más personalidad a tu infusión o para hacerla más agradable, como por ejemplo añadiendo ciertos edulcorantes como la miel o el azúcar. Combinan muy bien con leche pero sobre todo con leches vegetales. Y también se puede jugar con cítricos para infusiones frías que, como consejo, es mejor diluir primero la infusión con un poco de agua y luego enfriarla con hielos, así potenciarás mucho más su aroma.
Así que… ¡tenéis infinitas opciones para tomaros una infusión distinta cada día!
“Una receta por sí misma no tiene alma, es tu trabajo dársela”
Thomas Keller
¡Un abrazo!
para
Fuente: G de Gastronomía
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