Se le conoce por otros nombres como la enfermedad de la botella o ‘bottle-shock’ y ‘travel-sickness’ en inglés.
Hay dos causas que provocan el estado de shock:
El vino ha estado reposando durante un largo tiempo en barrica o depósito. Cuando este se embotella se producen alteraciones. Y es que durante este trasvase el vino se expone al oxígeno, lo que provoca una serie de reacciones químicas. El vino reacciona entonces encerrándose en si mismo. La botella necesita un tiempo para que el oxígeno se disuelva, y este es el tiempo que se dice está en estado de shock.
En los viajes
Se produce cuando el vino se agita, sufre vibraciones, cambios bruscos de temperatura o luz. Afecta especialmente a los más frágiles y/o viejos.¿Cómo se detecta?
El color y la nitidez del vino se modifican. También hay cambios en sus aromas: desaparecen los frutales pudiendo llegar al olor de la col hervida o a cerrado. Los sabores se tornan amargos y fragmentados. Y el alcohol se hace más notable.
Es conocido que los vinos más viejos, por ejemplo de 10 años, suelen contener sedimentos. Si hay agitación en la botella estos se mezclan con el vino. Pero atención, no necesariamente quiere decir que el vino esté en shock. En cualquier caso la recomendación es que lo dejes en reposo para así evitar que los sedimentos floten en el vino.
La solución
La solución es muy sencilla: dejar que la botella repose durante un tiempo.
En el caso del embotellamiento, el mencionado reposo permite que el oxígeno se asiente e integre con el vino. Si el shock viene por un viaje, dejar el vino un tiempo permite que los aromas se recuperen.
El tiempo de reposo necesario varía. No pocas personas afirman que es suficiente dejarlo varios días. Algunos expertos recomiendan varias semanas; incluso hay bodegas que sugieren 8 semanas. En cualquier caso depende de la variedad de uva, el tamaño de la botella o donde almacenes el vino. En general cuantos más taninos tenga el vino, más tiempo tardará en recuperarse.
Si ya has abierto la botella y efectivamente detectas aromas desagradables, tienes dos opciones. Airear el vino o decantarlo. La decantación eliminará el olor a cerrado, cuero, o como mencionamos anteriormente, col hervida.
Diana Marín
Fuente: OkDiario
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