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Expertos afirman que el café es acalórico, por tanto, no engorda.
Respaldado en estudios hechos en la Escuela de Medicina de la Universidad de Harvard, en la Universidad de Johns Hopkins y en la Universidad de Tonji, en la China; De La Rosa también resalta la capacidad que tiene el café para disminuir el riesgo de padecer hígado graso y cirrosis hepática e, incluso, enfermedades degenerativas como el mal de Parkinson y Alzheimer. “No todos estos beneficios se deben a la cafeína, sino a otros elementos que contiene el café”, aclara el catedrático de la Universidad del Norte.
“Por tratarse de un producto de origen vegetal, el café posee una alta cantidad de potasio. A esto se suman 1 mg de sodio, 2 mg de calcio y 4 mg de fósforo. Pero uno de los minerales más abundantes en esta bebida es el magnesio”, indica la catadora profesional de Café Britt, Carmen Lidia Chavarría, resaltando que es, precisamente, “el magnesio y el cromo contenido en el café los que se han asociado últimamente al combate del estrés oxidativo que caracteriza a la Diabetes Tipo II”. “Además, el café es abundante en compuestos fenólicos como ácido clorogénico, cafeico y melanoidinas, de efectos antioxidantes o antimutagénicos demostrados in vitro”, añade la experta Chavarría.
El café contiene potasio, magnesio, calcio, sodio y fósforo.
BENEFICIOS...
...Según Dereck De La Rosa, especialista en Medicina Interna:
- Mejora la capacidad de atención.
- Mejora el rendimiento deportivo.
- Actúa contra la migraña.
- Tiene efecto antidepresivo y disminuye la tendencia al suicidio.
- En usos cosméticos, sirve como exfoliante de piel, combate la celulitis y desaparece las ojeras.
La mejor forma de disfrutar un café y sus beneficios es tomarlo sin crema y sin azúcar.
La dosis justa.
- “En la adolescencia se recomienda no sobrepasar los 200 mg de cafeína al día, lo cual correspondería a dos tazas de café. A los adultos no se les aconseja pasar de cuatro tazas al día, es decir, consumir menos de 300 mg de cafeína diario”, dice el médico De La Rosa.
- Si bien la dosis más benéfica es de tres a cuatro tazas, el experto aclara que dichas tazas son las que pueden contener hasta ocho onzas o 237 centímetros cúbicos. Según él, tomar más de esta cantidad no permite disfrutar todos los beneficios mencionados, por el contrario, el individuo se tornará “inquieto, nervioso, taquicárdico y con insomnio”.
- En este sentido, Enrique González, director técnico de la compañía española Bioenergía Humana, aseguró a Efe que “el abuso de esta bebida puede ser la causa de trastornos metabólicos” y que “la sensación de alerta o activación después de una taza de café es artificial”.
- “Es como si golpeas con la fusta a tu caballo para que arranque. Al primer latigazo te responde, pero al final lo castigas y lo agotas. Lo mismo hacemos con nuestro cuerpo”, comparó el terapeuta nutricional.
- González considera que “a partir de dos cafés ya estamos castigando a nuestro sistema nervioso”, por eso durante la entrevista otorgada a la agencia internacional insistió en que si se sobrecarga el organismo con esta bebida, “la cafeína pierde el efecto de activación y el estrés se mantiene”, sin obviar que también “se pueden ver afectados los centros de apetito”.
Mejor evitarlo.
El médico Dereck De La Rosa desaconseja el consumo de café a “los que sufran de insomnio o padezcan colon irritable de componente diarreico, pues este estimula el colon”.
De igual forma, el especialista afirma que el café no es recomendable en aquellos que tengan hipertensión arterial no controlada –el hipertenso controlado sí puede tomarlo–. Tampoco lo cree conveniente en personas que padezcan arritmia cardiaca, presenten taquicardias, sufran alguna enfermedad ácido-péptica, como la gastritis, o tengan reflujo gastroesofágico.
De igual forma, el especialista afirma que el café no es recomendable en aquellos que tengan hipertensión arterial no controlada –el hipertenso controlado sí puede tomarlo–. Tampoco lo cree conveniente en personas que padezcan arritmia cardiaca, presenten taquicardias, sufran alguna enfermedad ácido-péptica, como la gastritis, o tengan reflujo gastroesofágico.
INGUEL JULIETH DE LA ROSA
Fuente: El Heraldo
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