Los consumidores del Reino Unido desperdician una gran cantidad de alimentos, por ello las agencias gubernamentales tratan de identificar las razones de ello e intentan proporcionar soluciones. Ahora, un estudio de la FSA muestra que se podría evitar una buena parte del desperdicio alimentario teniendo más conocimiento sobre la congelación de los alimentos, según la Agencia de Normas Alimentarias del país, hay muchos mitos y creencias populares que impiden que los alimentos sean congelados, algo a lo que se le quiere poner solución brindando información.
El Departamento de Medio Ambiente Alimentación y Asuntos Rurales (DEFRA), en colaboración con la Agencia de Normas Alimentarias del Reino Unido (FSA), ha puesto en marcha una revisión sobre la fecha de caducidad de los productos alimenticios con la intención de incluir información adicional más detallada y fácil de entender sobre el almacenamiento de comida y especialmente sobre la congelación.
La razón es que se desechan muchos alimentos porque hay mitos que impiden que los consumidores congelen los alimentos, el saber popular y la falta de información provocan que no se congelen alimentos que se podrían congelar alargando así su conservación, que se tiren alimentos congelados cuya fecha de caducidad se ha superado, etc. Muchos de los temores que tienen los consumidores sobre la congelación de los alimentos carecen de fundamento, son temores que contribuyen al enorme volumen de desperdicio de alimentos que se genera en el Reino Unido.
Pero este problema no es exclusivo del Reino Unido, muchas de las creencias erróneas de los consumidores británicos también están presentes entre los consumidores de otros países. En la investigación se realizó una encuesta a 1.500 personas del país para conocer qué sabían sobre la congelación de alimentos, los resultados obtenidos muestran que con más conocimiento sobre el tema se podría reducir el desperdicio alimentario de forma significativa.
Según los resultados, un 43% de los consumidores cree que los alimentos sólo se pueden congelar el mismo día que se adquieren para que sean seguros cuando se vayan a descongelar y consumir, sin embargo, la FSA dice que un producto se puede congelar en cualquier momento antes de que sobrepase la fecha de caducidad. Un 38% de los consumidores encuestados aseguraba de forma errónea que era peligroso congelar carne que había sido cocinada y que previamente había sido descongelada, de ellos, un 36% consideraba que congelar de nuevo esta carne la echaría a perder.
Un 30% de los consumidores británicos reconoció tirar alimentos a la basura porque habían adquirido demasiados productos y no tenían tiempo para consumirlos. Por otro lado, la investigación muestra que existe un sentimiento de culpabilidad al tirar la comida, un 54% de los encuestados se sentían mal por desperdiciar los alimentos, esto indica que están concienciados con el problema del desperdicio alimentario, pero no aplican las soluciones adecuadas, sea por los falsos mitos o el desconocimiento de las prácticas correctas de conservación de alimentos. La FSA explica que utilizando mejor el congelador se podría reducir una buena parte de los desechos alimentarios que se generan en el Reino Unido.
Foto | Francois Schnell |
Al año se tiran unos 7 millones de toneladas de alimentos y bebidas en los hogares, una gran parte de estos residuos se generan innecesariamente, por eso es importante poner en marcha los mecanismos oportunos que proporcionen a los consumidores una total comprensión sobre cómo congelar los alimentos con total seguridad. Lo cierto es que a los problemas descritos por la FSA hay que añadir que muchas personas no saben que algunos alimentos se pueden congelar, podemos recomendaros leer este post para ver algunos ejemplos.
La Agencia de Normas Alimentarias del Reino Unido comenta que el congelador actúa como si fuera un botón de pausa, un producto se puede congelar antes de que sobrepase la fecha de caducidad y se mantiene, pudiendo ser consumido posteriormente sin que suponga un problema para la salud. Claro, que también existen límites de tiempo, tras la congelación se recomienda que se proceda al consumo del producto en un plazo máximo de seis meses (dependiendo del alimento este periodo puede variar), quizá lo más significativo es que pierde calidad al cabo de unos meses de estar congelado, pero se puede consumir sin problemas para la salud. Una vez que el producto se descongela, se desconecta la pausa de la degradación y entonces sí hay que consumirlo en un plazo máximo de 24 horas.
Aquí explican que hasta un 68% de los encuestados admitieron que el mes anterior habían tirado alimentos a la basura, los más destacados fueron las frutas, el pan, las hortalizas y las sobras de comidas. La razón más habitual fue la fecha de caducidad, sin embargo, se habría evitado tirar buena parte de estos alimentos con la ayuda del congelador. A la información sobre qué alimentos se pueden congelar sin riesgo, habría que sumar la información sobre los procedimientos que se deben seguir en el congelado, como por ejemplo el envasado en raciones individuales, el uso de bolsas herméticas, seguir el denominado criterio “First in, First out” o “lo primero que entra es lo primero que sale”, para ello es necesario apuntar la fecha de congelación, etc., de todo ello hablábamos aquí.
Es lógico que exista en el Reino Unido una gran preocupación por el desperdicio alimentario, sobre todo sabiendo que según algunos estudios, los consumidores de este país son los que más alimentos desperdician de todos los de la Unión Europea (aunque ahora Reino Unido ya no pertenece a la UE). Podéis conocer más información sobre el estudio y los mitos y creencias populares que provocan no aprovechar el congelador como un recurso para prolongar la vida de los alimentos, a través de la página oficial de la FSA.
Fuente: Gastronomìa y Cìa
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