El Chemex es un sistema de preparación de café de una pieza que literalmente pone el proceso de elaboración en tus manos
Hoy día la cultura del café ha invadido el mercado hipster con la tercera ola del café, esto quiere decir que entender el café desde un punto de vista gastronómico y culinario va mucho más allá, es un ritual, un estilo de vida, que comienza por conocer la cultura del café desde sus orígenes, uno de estos que se ha convertido en un ritual hipster es el Café Chemex.
Más que conocer de café es sentirlo, saber que fue cuidado con los más altos estándares, que asegure un producto de mayor calidad, atendiendo a la trazabilidad, que consiste en poner nombre y apellidos al café, su origen y su productor.
Por lo que darle un tostado perfecto va de la mano con el cuidado a todos los detalles, ya que, si este soporta un tueste intenso, podemos resaltar importantes notas a caramelo o bien dando esa nota ligera y así dejar al maestro barista a que haga su magia al contacto del café.
Uno de los métodos que están utilizando los baristas es Chemex, el cual se pronuncia (Quémex), en el cual preparan el café por medio de goteo o bien conocido por método de vertido, éste fue diseñado por un químico alemán, el cual buscaba diseñar un filtro capar de retener compuestos complejos, que incluyen los sabores amargos, pero que además sin duda dejaría características aromáticas únicas. El diseño de a cafetera llamó tanto la atención que pronto desfilo por los museos de MOMA e New York.
Los puntos más importantes a resaltar son las siguientes características:
A diferencia de los cafés de extracción por inmersión, hay contacto del grano con el aire, así mismo con el agua regulando la presión, por lo tanto, obteniendo el diseño de los aromas por la presión regulada por el barista.
La sobre extracción aportará sabores más aromáticos, tales como florales o frutos de acuerdo al grano.
El control del flujo de agua, permite manipular la intensidad y el nivel de extracción del café.
Por lo tanto, si tendremos un café de mayor calidad el cual es necesario que al igual que los agricultores le dediquemos tiempo para disfrutar cada una de sus notas y así mismo valoremos el proceso artístico del barista como el de la cafetera la cual es también una obra de arte.
Por Mónica Cué
Fuente: Starmedia
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