Las 7 reglas para conservar y servir el vino como un sumiller

Eres un buen amante del vino y quieres ser el mejor anfitrión. Descubre los pasos para servir una botella como un profesional

De entrada vamos a romper con uno de los grandes tópicos: «El vino cuanto más viejo mejor». Relacionar la calidad del vino con su longevidad no es del todo correcto. Igual que hay personas que envejecen mejor o peor, los años no pasan en vano para un tinto, un blanco o un rosado. En general, «los vinos tintos y blancos jóvenes tienen una esperanza de vida de entre 1 y 2 años; mientras que la supervivencia de los tintos y blancos crianza estaría entre los 3 y 6 años. En cambio los tintos de guarda cuanto más viejos mejor, y los rosados son los menos longevos, mejor consumirlos antes de un año», detalla la sumiller Anna Casabona.

Antes de descorchar una botella, deberías seguir unos ‘buenos hábitos’ de conservación. FOTO: PIXABAY

De más a menos importante, estas son las 7 reglas para conservar y servir el vino como un experto:

Temperatura y humedad

Antes de descorchar una botella, deberías seguir unos ‘buenos hábitos’ de conservación. El lugar donde guardes el vino es la primera ‘regla de oro’. «La temperatura ideal es alrededor de los 15 grados y debe ser lo más estable posible, mientras que la humedad deberá estar cerca del 75%», detalla la sumiller. Que sea un lugar oscuro, con pocas vibraciones y alejado de productos que desprendan fuertes olores son otras condiciones indispensables. 

La bodega de las antiguas casas de payés era el lugar idóneo donde conservar el vino, pero ahora todos vivimos en la ciudad y en pisos. Es casi imposible encontrar una habitación que cumpla todos estos requisitos. Por suerte hay electrodomésticos que te harán la vida más fácil. Las vinotecas de conservación ocupan poco espacio y permiten conservar el vino en estas condiciones.

¿Horizontal o vertical?

Una vez abierta una botella de vino se presenta la duda: ¿vertical u horizontal? Anna Casabona aconseja dejarla en posición horizontal. «De colocarla así el tapón siempre estará mojado y no se resecará. De lo contrario se encogerá y el cierre no será tan bueno, aumentado las posibilidades de que entre oxígeno en la botella y se estropee el vino», asegura la sumiller. 

La excepción es el cava. En este caso Anna Casabona aconseja conservarla de pie porque «el mismo gas carbónico ya mantiene el corcho dilatado y el cierre es más hermético». Una botella de vino descorchada la podrás guardar en el frigorífico, siempre y cuando la termines en un máximo de 3 días.

La temperatura ideal

Acertar con la temperatura hará que disfrutes más o menos del vino. «Un vino por encima de los 20 grados siempre nos resultará poco agradable y alcohólico», asegura la sumiller. Si estás pensando en servir un vino tinto a temperatura ambiente o chambré, según la expresión en francés, olvídate de ello. Recuerda que «la temperatura ideal de un vino tinto joven es entre los 10 y 12 grados, mientras que un crianza se servirá entre los 15 y los 18 grados. Si es un vino blanco joven la temperatura será de unos 8 grados, y si es un blanco crianza entre los 10 y los 12 grados».

Siempre fresco 

Hay sistemas para enfriar el vino cuando por sorpresa llaman a la puerta los amigos con la intención de quedarse a cenar. Siempre es mejor en la nevera que en el congelador, pero si no tienes tiempo y te urge enfriarlo rápido mejor en el congelador que servirlo caliente. «Un truco para que el vino se enfríe más rápido en el congelador es envolver la botella con un trapo mojado. Otra forma rápida y efectiva es una champañera con hielo y si tienes prisa añádele un puñado de sal para que el hielo se deshaga más rápido y la temperatura baje más», asegura Anna Casabona. 

La manga de frío también es una manera práctica y fácil. Ten siempre una disponible en el congelador. Te sacará de más de un apuro. 

Lo importante es tener un buen sacacorchos y no es necesario que te gastes dinero en uno muy aparatoso. FOTO: PIXABAY

Sacacorchos

¿Cuál es la mejor manera de abrir una botella? En una comida familiar casi siempre suele ser quien tiene más fuerza. Pero la destreza la puedes tener tú si cuentas con la herramienta perfecta. Anna Casabona me sorprende una vez más y en esta ocasión saca del bolso el sacacorchos ideal. «Lo importante es tener un buen sacacorchos y no es necesario que te gastes dinero en uno muy aparatoso», asegura la sumiller. Aconseja que «sea un sacacorchos de espiral forrada con teflón y de dos pasos. «Si es de dos pasos puedes sacar la mitad del corcho y apoyarte en el segundo punto. Lo importante es que el tapón siempre salga recto. Olvídate de hacer contorsionismo porque tendrás más posibilidades de que se rompa el corcho», añade. Si estás en casa y eres víctima de esta fatalidad lo único que te queda es salvar el corcho que queda o hundirlo como el Titanic al interior de la botella. Pero si la desdicha ha sido en un restaurante, según Anna Casabona, «la única solución es cambiar la botella». No tengas reparo en pedirlo.

Decantador

¿Decantación sí o no? Depende. Igual que necesita airearse una casa cuando lleva meses cerrada, la sumiller explica que «hay vinos de crianza o de guarda que después de tanto tiempo embotellados necesitan oxigenarse para poder expresar todos los aromas».

Copas

Al margen de que seas más o menos generoso a la hora de servir vino, la última regla básica es hacerlo en una copa adecuada. «Es necesario que sea de cristal transparente para observar bien el color», detalla Anna Casabona. No es necesario que llenes la cristalería con mil modelos diferentes, desde el punto de vista de la sumiller lo mejor es que «tengas a mano una copa que funcione para todos los de vinos. Escoge un modelo que no sea muy grande, de un tamaño medio, ligero y manejable. Mientras que para el cava es más recomendable la copa tipo flauta».Estas 7 reglas demuestran que conservar, servir y beber vino es todo un ritual. No dejes nada para la improvisación para disfrutar al máximo.

Sílvia Fornós

Fuente: Diari de Tarragona