Instituciones y expertos en nutrición recomiendan aumentar, aún más, el consumo de verduras y frutas cuando suben las temperaturas
El buen tiempo está a la vuelta de la esquina. Para este periodo en el que las temperaturas comienzan a subir, instituciones y expertos en nutrición recomiendan aumentar, aún más, el consumo de verduras y frutas. Y una buena alternativa para mejorar la alimentación y añadir más ingredientes saludables a la mesa durante las estaciones más calurosas es utilizar las verduras congeladas. Estos alimentos contienen altos niveles de agua, vitaminas, fibra y minerales, y su digestión es muy ligera, lo que las convierte en un aliado perfecto para cuidar el cuerpo por dentro y por fuera también en primavera y verano. En este artículo se recuerda el papel de las verduras como fuente de hidratación y salud y se dan algunas ideas refrescantes con verduras para los días de calor.
Imagen: KaterynaSednieva
Verduras: fuente de hidratación y salud
Todas las verduras, en general, son alimentos ricos en agua, con contenidos que oscilan entre el 83% y el 95%. Por encima del 90% de agua están la berenjena, el calabacín, la endivia, la lechuga o el tomate.
Las verduras congeladas mantienen la misma cantidad de vitaminas y minerales que las frescas. Incluso, en algunos casos, el contenido puede ser mayor, ya que son recogidas en su mejor momento permitiendo que lleguen al consumidor sin sufrir ninguna pérdida vitamínica en el camino.
La ingesta de verduras, además de mejorar la hidratación de la piel, incorpora nutrientes como vitaminas y minerales que ayudan a seguir una dieta saludable. Sin olvidar que, tal y como afirma la Organización Mundial de la Salud (OMS), un consumo diario suficiente podría contribuir a la prevención de enfermedades importantes, como las cardiovasculares y algunos cánceres.
Con la llegada del calor, y una mayor exposición del cuerpo a las altas temperaturas y al sol, la mayoría de las personas optan por cuidar más sus hábitos de alimentación. Los expertos aconsejan que si se quiere perder peso, se haga de forma gradual y así asegurar que no se produzcan complicaciones en la salud y que los kilos perdidos se mantengan de forma segura, sin el conocido "efecto yoyó". Una dieta equilibrada es la que se ajusta a las recomendaciones de los comités de expertos. Se traduce en un 15-20% de proteínas, un 50% de hidratos de carbono y un 30% en forma de grasa, de la energía total de la dieta, por lo que conviene ingerir cinco raciones al día de frutas y verduras, como mínimo.
Ideas sencillas y refrescantes con verduras para los días de calor
Sin embargo, también sucede que, con el aumento de las temperaturas -y más adelante la llegada de las vacaciones-, se complica seguir una dieta equilibrada porque se come más fuera de casa y, además, el tiempo destinado a la elaboración de platos se ve reducido. Por ello, una buena propuesta es tener un buen fondo de nevera y contar en casa con variedades de preparados y combinados de verduras congeladas, que son muy saludables y sencillos de elaborar.
Así, los combinados de ensaladilla resultan muy prácticos porque siempre están listos para su utilización, gracias a que las verduras llegan a casa lavadas, troceadas, precocidas y conservando todas sus propiedades nutricionales, sin aditivos y sin conservantes, fácil y rápidas de preparar. También pueden ser consumidas en la cantidad deseada, conservando el resto de nuevo en el congelador. Esta practicidad se completa con sus propiedades saludables. Una ración de ensaladilla rusa de 200 gramos solo contiene 252 kilocalorías, por lo que se convierte en el plato fresco e idóneo para disfrutar en verano.
Otra alternativa muy saludable para la estación más calurosa del año son los batidos y zumos. Están especialmente indicados para el verano, porque procuran los nutrientes necesarios para el organismo, contribuyen a mantener la piel hidratada y contrarrestan los efectos nocivos del sol. Su principal beneficio es la gran cantidad de minerales, vitaminas y agentes antioxidantes que aportan. Son muy energizantes y provocan un efecto saciante, gracias a su alto contenido en fibra.
Los batidos verdes deben su nombre a los vegetales de hoja verde que contienen. Las espinacas, el brócoli, la col o las acelgas son algunas de las verduras que otorgan este color y donde se concentra la mayor parte de las vitaminas. Son vistosos y saludables. Contienen vitaminas A y C, ácido fólico y potasio.
Cada batido aporta sabores y texturas diferentes dependiendo de los ingredientes que se empleen. Para elaborarlos, es muy recomendable la utilización de verduras congeladas, que llegan del mercado limpias, troceadas y libres de desperdicios. Y además, sin descongelar, se pueden introducir en una batidora o licuadora, triturándose a máxima potencia hasta obtener una crema suave. Los batidos se pueden endulzar al gusto, servir con hielos o acompañarlos con elementos decorativos como menta, hierbabuena o rodajas de cítricos. Es recomendable servirlos con rapidez para que no pierdan sus propiedades nutritivas.
Por último están los helados, uno de los refrigerios favoritos de los españoles. Y es que consumir este refrescante alimento significa sumergirse en todo un mundo de colores, tamaños, diseños y sabores. Y, por qué no, probar un helado de verduras congeladas, realizado en casa, con ingredientes totalmente naturales y en pocos minutos resulta una buena alternativa en las estaciones más calurosas del año.
Con el objetivo de concienciar a la sociedad sobre la necesidad de incorporar las verduras en la dieta diaria como hábito de vida saludable, la Asociación Española de Fabricantes de Vegetales Congelados (ASEVEC) cuenta con un espacio en Internet que permite conocer con profundidad y rigor el mundo de las verduras congeladas. En su página web se puede ver el proceso de fabricación de las verduras congeladas, las zonas españolas donde se recogen las diferentes variedades, consejos de salud y hasta el mejor tratamiento y uso en la cocina para elaborar platos deliciosos.
Fuente: Eroski Consumer
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