- El pastel de Belém se lleva elaborando desde principios del siglo XIX
- La receta nació en el Monasterio de los Jerónimos siendo vendida más tarde
- Casa Pastéis de Belém vende en temporada alta más de 40.000 unidades al día
Considerado uno de los postres más ricos del mundo, el pastel de Belém esconde un misterioso secreto. No hablamos únicamente de su receta, sino también del método que siguen los propios pasteleros para prepararlo.
Pastel de Belém. Imagen: GettyImages
Como si del ingrediente secreto de la Coca Cola se tratara, el pastel de Belém también guarda todo un misterio a su alrededor. Catalogado como uno de los postres más ricos de toda Portugal, este delicioso manjar vende al cabo del día más de 20.000 unidades, convirtiéndolo en todo un éxito dentro y fuera del país.
No obstante, su peculiaridad no sólo reside en el sabor sino también en la receta secreta que sólo conocen seis personas. Uno de los locales más conocidos de Lisboa lleva preparando el pastel de Belém desde hace más de 180 años, concretamente desde 1837. Conocer los ingredientes al dedillo además de la preparación del postre es algo al alcance de muy pocos.
Tanto es así que a los futuros pasteleros que se encargarán de la preparación del pastel de Belém se les obliga a firmar un acuerdo de confidencialidad en un habitación cerrada separada completamente del resto del personal llamada La Oficina del Secreto. Tal y como relata Miguel Clarinha, dueño de Casa Pastéis de Belém y uno de los locales que ha convertido el postre en casi un tesoro nacional, actualmente en su familia conocen la receta su padre, primo y él mismo. Ellos se han encargado también de entrenar a título personal a tres chef que gozan del privilegio de saber al dedillo toda la metodología para elaborar los mejores pasteles de Belém.
Creado en el Monasterio de los Jerónimos a principios del siglo XIX, uno de los expanaderos del convento decidió vender la receta secreta al empresario Domingos Rafael Alves con el fin de lograr algo de dinero. Domingo abre así en 1837 la pastelería Casa Pastéis de Belém, que se ha convertido desde entonces en lugar de peregrinaje para todos aquellos que quieran disfrutar de este manjar.
Miguel Clarinha, y a quien podéis ver en el vídeo junto a su familia y el resto de pasteleros, es descendiente de los primeros propietarios de Casa Pastéis de Belém. Si bien se cifra en un total de 20.000 los pasteles que pueden venderse a diario, en épocas de temporada alta como verano el número asciende a nada más y nada menos que 40.000 unidades.
La receta, y que aunque parezca mentira no se ha desvelado al completo desde entonces, cuenta con una crema creada a base de azúcar, leche y yema de huevo. Sencillo pero que a pesar de los intentos de imitación nadie ha logrado el grado de precisión y sabor como el de la Casa Pastéis de Belém.
Fuente: El Economista
Creado en el Monasterio de los Jerónimos a principios del siglo XIX, uno de los expanaderos del convento decidió vender la receta secreta al empresario Domingos Rafael Alves con el fin de lograr algo de dinero. Domingo abre así en 1837 la pastelería Casa Pastéis de Belém, que se ha convertido desde entonces en lugar de peregrinaje para todos aquellos que quieran disfrutar de este manjar.
Miguel Clarinha, y a quien podéis ver en el vídeo junto a su familia y el resto de pasteleros, es descendiente de los primeros propietarios de Casa Pastéis de Belém. Si bien se cifra en un total de 20.000 los pasteles que pueden venderse a diario, en épocas de temporada alta como verano el número asciende a nada más y nada menos que 40.000 unidades.
La receta, y que aunque parezca mentira no se ha desvelado al completo desde entonces, cuenta con una crema creada a base de azúcar, leche y yema de huevo. Sencillo pero que a pesar de los intentos de imitación nadie ha logrado el grado de precisión y sabor como el de la Casa Pastéis de Belém.
Fuente: El Economista
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