Mitos y verdades de la segunda bebida más consumida del mundo
El primer trasplante importante de un producto del Viejo Mundo al Nuevo fue el del azúcar africano a Brasil. El café fue el segundo. Tal vez sea la combinación con más éxito de la cultura occidental. Tras dos primeros siglos de condenas y alabanzas, es la bebida más consumida en Occidente tras el agua.
Sólo Coffee and cigarettes de Jim Jarmusc en 2003, ha convertido al café en protagonista, pero su presencia en las pantallas es permanente como símbolo de relación social, y en particular nunca falta en las secuencias expectantes en hospitales.
Un estudio de Euromonitor de hace pocos años midió, país por país, las preferencias entre café o té. Estados Unidos consume tres veces más café que té. La diferencia en todo el sur del continente americano es más abrumadora a favor del café, por encima del noventa por ciento.
Con la excepción de Inglaterra, la mayor consumidora de café durante el primer siglo de afición (En el año 1652 había una sola cafetería en Londres; para el 1700, alrededor de 2.000.), Europa también es cafetera, en particular los países nórdicos, aunque la tienda que aparece en el libro Guinness de récords mundiales como la que ha vendido más café en el mundo es bien conocida por los españoles, La mexicana, situada desde finales del siglo XIX en el corazón urbano de Madrid. España toma café por debajo de Bélgica, Grecia y Portugal, pero más que el resto, incluyendo Italia, la inventora del expresso.
El tsunami gastronómico español llegó al café gracias a un movimiento surgido en Zaragoza a principios de este siglo; y el término barista se va abriendo camino. Mientras Paqui Ramos es entrenada por el barista más internacional de nuestro país, vamos en busca de los momentos más históricos de la bebida, ya sea en compañía de Albert Einstein o de Juan Sebastián Bach.
Paqui Ramos y el campeón internacional de baristas Héctor Hernández / Penko Deliyski
Sólo Coffee and cigarettes de Jim Jarmusc en 2003, ha convertido al café en protagonista, pero su presencia en las pantallas es permanente como símbolo de relación social, y en particular nunca falta en las secuencias expectantes en hospitales.
Un estudio de Euromonitor de hace pocos años midió, país por país, las preferencias entre café o té. Estados Unidos consume tres veces más café que té. La diferencia en todo el sur del continente americano es más abrumadora a favor del café, por encima del noventa por ciento.
Con la excepción de Inglaterra, la mayor consumidora de café durante el primer siglo de afición (En el año 1652 había una sola cafetería en Londres; para el 1700, alrededor de 2.000.), Europa también es cafetera, en particular los países nórdicos, aunque la tienda que aparece en el libro Guinness de récords mundiales como la que ha vendido más café en el mundo es bien conocida por los españoles, La mexicana, situada desde finales del siglo XIX en el corazón urbano de Madrid. España toma café por debajo de Bélgica, Grecia y Portugal, pero más que el resto, incluyendo Italia, la inventora del expresso.
El tsunami gastronómico español llegó al café gracias a un movimiento surgido en Zaragoza a principios de este siglo; y el término barista se va abriendo camino. Mientras Paqui Ramos es entrenada por el barista más internacional de nuestro país, vamos en busca de los momentos más históricos de la bebida, ya sea en compañía de Albert Einstein o de Juan Sebastián Bach.
Héctor Hernández necesitó cinco años para pasar de novato en un bar a campeón internacional. Prefiere el café colado y practica el Arte Latte al nivel de los grandes campeones japoneses o italianos. Muestra a Paqui Ramos la rosa del desierto con la que ganó el último campeonato, al tiempo que le enseña a elegir un buen café y a elaborarlo.
La pasión por lo excepcional y sofisticado se concreta en el café más caro del mundo. Es el Luwak. Hay gran cantidad de falsificaciones del café que se extrae de las heces de la civeta indonesia, por el que se paga una media de 800 euros el kilo, y que da de comer a muchas famílias que lo producen en la clandestinidad, sometiendo a los animales a reclusión y un consumo que acorta sus vidas. Este café es uno de los últimos caprichos del multimillonario en fase terminal que interpretó Jack Nicholson en Ahora o nunca, en 2007.
CARLOS LÓPEZ-TAPIA / PAQUI RAMOS
Fuente: Cadena Ser
No hay comentarios. :
Publicar un comentario